miércoles, setiembre 04, 2019

Cambio climático: lo que nos cuenta el tiempo

Breve historia del clima de nuestro planeta.

La historia del clima, tal como nos la cuentan los datos del pasado ya sea lejano o reciente, es una historia de cambio continuo. Por eso mismo la definición de "clima", tanto a nivel regional como global, es "Estadística del tiempo atmosférico, normalmente sobre un intervalo de 30 años": Wikipedia: “Clima” Una de las características del clima es la temperatura, y conocemos bastante bien las variaciones ocurridas a lo largo de los últimos 500 millones de años. Se puede observar que durante la mayor parte de ese período las temperaturas globales fueron bastante más altas que las actuales:

_Temps_ Last_500_million_years_


También sabemos que durante todo ese tiempo y a grandes rasgos, no ha habido una relación clara entre temperaturas y niveles de CO2 (dióxido de carbono, antes llamado también anhídrido carbónico), dándose niveles altos de ese gas tanto durante períodos cálidos como durante las diferentes glaciaciones:

_Temp_&_CO2_last_600_million_years_

Hace unos 65 millones de años, por razones todavía no muy claras, nuestro mundo comenzó un período de enfriamiento que dura todavía:

_Temps_ Last_65_million_years_

Ese enfriamiento se volvió más notable hace unos 5 millones de años, dando comienzo a la Edad de Hielo en la que actualmente vivimos:

_Temps_Last_5my_

Esta Edad de Hielo inició hace unos 800 000 años una serie de cambios climáticos más o menos cíclicos, con períodos de unos 41 000 años (o múltipos de ese lapso), aproximadamente, y con altibajos claramente visibles comparados con las temperaturas de nuestro período actual, el Holoceno:

_Temps_last_800.000_years_

La ciencia ha podido examinar con bastante detalle la historia climática de los últimos 450 000 años, donde se ven los períodos fríos (glaciales) y los períodos más cálidos (interglaciales), lo que nos ofrece la oportunidad de compararlos con las temperaturas actuales (línea de puntos rojos en la imagen). Parece bastante clara la influencia de los Ciclos de Milankovitch (ciclos de 41.000 años, provocados por alteraciones orbitales y especialmente de la oblicuidad de nuestro planeta), pero que sin embargo no pueden explicar totalmente las variaciones climáticas ocurridas:

_Temps_last_450.000.years_

Al analizar esos datos paleoclimáticos obtenidos a partir de los núcleos de hielo de Vostok, en la Antártida, podemos observar un hecho muy interesante: en todos los casos de esas variaciones, tanto en los ascensos como en los descensos de las temperaturas, las variaciones en los niveles de CO2 son posteriores, con un retraso de entre 400 a 1000 años.

Eso nos indica que el aumento del CO2 no puede ser la causa del aumento de la temperatura, sino que es o un efecto del mismo (lo más probable ya que responde a un efecto conocido) o que ambas variaciones son efecto de otra causa, aunque con un retraso en el caso del CO2.

_Vostok_ice_cores_peaks_data_

Hace unos 11 000 comenzó el período interglacial en el que vivimos, el Holoceno. Las temperaturas subieron y 8000 años atrás alcanzaron un máximo, el así llama “Óptimo del Holoceno”, y desde entonces han venido descendiendo, con altibajos:

_Temps_Holocene_

Estos altibajos en las temperaturas han tenido efectos claros sobre la civilización humana, con tiempos más plenos, felices y estables durante los períodos cálidos y con hambrunas, guerras y caídas de imperios durante los períodos fríos:

_Temps_and_Civilization_last_4000_years_

En conclusión: las temperaturas actuales no son insólitas ni sorprendentes ni nuevas. El clima global cambia sin que el ser humano pueda afectarlo de manera notable o clara, al menos dado su nivel actual de tecnología (y ni siquiera del nivel que alcancemos en un futuro previsible más o menos cercano). Esto resulta evidente al observar el registro de las temperaturas a través de una perspectiva histórica, recuadrando cada período en otro período mayor, desde los últimos 160 años hasta los últimos 500 millones de años.

_Temps_last_500.000_years_historical_perspective_

Por otro lado, también es totalmente falso que la totalidad de los científicos esté a favor de la conjetura del calentamiento global antropogénico. Si bien en ciencia no se cuentan votos, sino que lo único que realmente importa es el análisis de los datos de la realidad y las conclusiones y predicciones que de ellos se puedan extraer (que eso y nada más es el “método científico”), la verdad es que hay cientos de científicos discrepantes. He aquí un registro público autorizado de muchos de ellos:
Climate Scientists' Register Endorsers
Esos científicos que discrepan con la conjetura CGA han producido miles de papers (estudios científicos revisados y publicados en revistas científicas). En este enlace podemos ver un listado no exhaustivo de esos trabajos publicados sobre el tema hasta 2014 (desde entonces se han agregado cientos más):
1350+ Peer-Reviewed Papers Supporting Skeptic Arguments Against ACC/AGW Alarmism
De hecho, por ejemplo en julio de 2019, un grupo de 90 científicos italianos publicó una carta abierta a los líderes políticos de su país indicándoles que la conjetura del calentamiento global antropogénico es una hipótesis no probada, que el CO2 no es un contaminante sino un gas indispensable para la vida, que sus efectos sobre el sistema climático han sido grandemente exagerados y no se ha tenido en cuenta la variabilidad climática natural que explica al menos casi todo el calentamiento global producido desde 1850 y que, además, las predicciones catastróficas que han sido lanzadas a través de casi todos los medios de comunicación afines a la conjetura CGA son completamente irreales:
Clima: Manifiesto de 90 científicos italianos
El clima de nuestro planeta es un fenómeno extremadamente complejo. Seguramente, las fuerzas que intervienen son muchas e interactúan entre sí. Hemos observado que hay ciclos de diferente duración (de 60, 100, 1500, 3000 y hasta 41 000 años o incluso más) que a veces se contraponen y a veces coinciden en sus máximos o en sus mínimos acentuando así los efectos que producen, pero sin embargo seguimos sin conocer la naturaleza mas o menos exacta de casi todas esas fuerzas.

Falta mucho por aprender, y requerirá el esfuerzo de muchos científicos realizando miles de observaciones a lo largo del tiempo para que lleguemos a comprenderlas y poder así explicar el pasado y hacer predicciones confiables y útiles del futuro, que es en definitiva el fin último de la ciencia.

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