La energía eléctrica barata y abundante es un logro y un derecho de toda la humanidad. |
Ross McKitrick es un profesor de economía de la Universidad de Guelph, en Canadá. En 2009 un periodista le preguntó su opinión sobre la importancia de la Hora del Planeta. Esta es su respuesta, que yo comparto totalmente.
La electricidad es un logro y un derecho de la humanidad. © Heber Rizzo |
Aborrezco la Hora del Planeta.
La electricidad abundante y barata ha sido la mayor fuente de liberación humana en el siglo XX. Cada uno de los avances materiales de la sociedad durante el pasado siglo dependió de la proliferación de energía eléctrica barata y confiable.
La libertad de la mujer para trabajar fuera del hogar dependió de la disponibilidad de artefactos eléctricos que dejaron tiempo libre en las tareas domésticas. La liberación de los niños de las labores menores y su acceso a las escuelas dependió de lo mismo, así como la posibilidad de proporcionar una luz interior segura para poder leer.
Sin electricidad, el desarrollo y prestación de la salud pública moderna serían imposibles. La expansión de nuestros suministros de alimentos y la promoción de la higiene y la nutrición dependieron de nuestra capacidad de riego de los campos, de cocinar alimentos cocidos y de la refrigeración de las comidas, así como de un suministro continuo de agua en los hogares.
La electricidad abundante y barata ha sido la mayor fuente de liberación humana en el siglo XX. Cada uno de los avances materiales de la sociedad durante el pasado siglo dependió de la proliferación de energía eléctrica barata y confiable.
La libertad de la mujer para trabajar fuera del hogar dependió de la disponibilidad de artefactos eléctricos que dejaron tiempo libre en las tareas domésticas. La liberación de los niños de las labores menores y su acceso a las escuelas dependió de lo mismo, así como la posibilidad de proporcionar una luz interior segura para poder leer.
Sin electricidad, el desarrollo y prestación de la salud pública moderna serían imposibles. La expansión de nuestros suministros de alimentos y la promoción de la higiene y la nutrición dependieron de nuestra capacidad de riego de los campos, de cocinar alimentos cocidos y de la refrigeración de las comidas, así como de un suministro continuo de agua en los hogares.