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miércoles, octubre 13, 2021

“AGENDA ESPAÑA” DE VOX: UNA VISIÓN LIBERAL

 VOX ha presentado públicamente su “Agenda España”, una propuesta de acción política para intentar resolver la actual y muy difícil situación que atraviesa el país.

Me ha parecido conveniente examinarla con cuidado, analizarla críticamente y exponer mis ideas con respecto a ella.

He aquí el resultado detallado de ese análisis:

Medida 2:

- La ilegalización de partidos, cualquiera que sea la justificación invocada, es solo una forma extrema de censura previa, es decir, un acto totalitario de desprecio a las ideas de otros.

Si se discrepa con ellas, la forma civilizada, democrática y liberal es el debate abierto para convencer al menos a una mayoría suficiente de ciudadanos. Quien censura reconoce su incapacidad dialéctica y su derrota ideológica.

Medida 8:

- Las ayudas sociales no pueden estar dirigidas únicamente a los ciudadanos españoles, sino a todos aquellos que hayan ingresado legalmente en el país, sean o no naturales y/o hayan obtenido la ciudadanía. Ese esfuerzo de integración merece y debe ser reconocido, más allá de las eventuales complicaciones que encuentren los inmigrantes.

- La ludopatía es una debilidad humana, quizás incluso enfermiza, pero depende siempre de cada individuo. No pueden admitirse justificaciones que impliquen restricciones de la libertad sobre cada uno de nosotros. Todos los adultos son responsables de sus actos, y especialmente cuando se refieren a sí mismos.

Medida 11:

- Las mezquitas son centro religiosos, y la libertad de ser religioso o no y el de pertenecer a una religión cualquiera, es uno de los derechos fundamentales de todos los seres humanos.

- Si alguien, con cualquier intento de justificación, promueve la violencia o actúa con ella, deberá ser juzgado y eventualmente condenado por sus actos individuales, de los cuales sí es responsable, pero no todo el conjunto de la congregación, sin desmedro de las opiniones individuales que se puedan tener sobre los principios ideológicos que la rigen.

- El cierre de mezquitas o de cualquier tipo de centro religioso equivale, por lo tanto, a una censura previa del pensamiento y/o de la libertad de expresión.

- Cualquier liberal debe sentirse profundamente indignado con esta pretensión.

Medida 15:

Uno de sus puntos insiste en la eliminación de mezquitas a nivel europeo, y merece el mismo rechazo por las mismas razones expuestas en las consideraciones sobre la Medida 11.

Medida 20:

- Si uno de los derechos fundamentales de las personas es vivir su vida tal y como quieran con el único límite de respeto al mismo derecho de los demás, también es un derecho inalienable el de morir dignamente, sin que los demás puedan interferir en sus deseos.

La ley de eutanasia promueve eso precisamente, y las concepciones religiosas o éticas de los demás no deben interferir en ese derecho ni impedir que cada individuo pueda solicitar ayuda para cumplir con el final deseado.

- En el caso del aborto, hay dos razones para regularlo (no impedirlo) por ley:

a) Sin importar las leyes, habrá siempre mujeres que por alguna razón decidan llevarlo a cabo. Criminalizar esta realidad solo trae más problemas y peligros sanitarios para ellas.

b) Es más que válido el respeto (y la obligación, por ende) de proteger así la vida de un feto. Sin embargo, ¿cuándo comienza esa vida como un nuevo ser diferenciado? En ese sentido, apoyo la idea de reconocer ese inicio vital tal y como se hace con el final científicamente comprobado de una vida, es decir, el cese de la actividad cerebral marcado por la desaparición de las ondas alfa. Así, lo que marca el fin también puede utilizarse para el inicio, de modo que debería considerarse ese principio con la aparición de las ondas cerebrales alfa que indican el inicio de la actividad vital de un individuo separado. Eso sucede aproximadamente a las doce semanas de la concepción, y ese debería ser el plazo aceptado legalmente para el aborto,

CONCLUSIONES:

- La política ha sido definida como el arte de lo posible, y si hay algo decididamente imposible es la imposición a largo plazo (e incluso al mediano) de una sola visión ideológica, y que esa intención provoca en todos los casos un período intermedio de totalitarismo y de miseria generalizada.

- Por eso mismo, resulta imprescindible examinar las diversas opiniones e intentar pactos y convenios que permitan acompasarlas y alcanzar objetivos que tal vez no sean absolutos pero que sí faciliten una mejor solución a situaciones difíciles concretas.

- Estas críticas puntuales, hechas desde un punto de vista liberal y humanista, parecen pocas frente a un total de más de un centenar de puntos concretos desarrollados en las veinte medidas y cuarenta y seis páginas del texto pdf que las expone.

- No es posible olvidar que, en definitiva, VOX es un partido conservador, por más que cuente entre sus integrantes a muchos que se consideran a sí mismos como liberales y a que, en efecto, muchas de sus propuestas sean en sí mismas claramente liberales.

- Tampoco podemos dejar de lado el hecho histórico de que el liberalismo surge entre filas conservadoras, y a que también en ese conservadurismo se encuentre una costumbre de respeto hacia las demás personas y a los compromisos contraídos, es decir un principio de decencia democrática que jamás se encuentra entre los partidos de izquierda.

- Por lo anterior, y vista la situación política actual en España y a la práctica imposibilidad social de un partido liberal fuerte y decisorio, creo conveniente apoyar esta Agenda España con las salvedades del caso.

Zaragoza, Aragón, Reino de España, octubre de 2021.

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NOTA: El pdf que publica la Agenda puede encontrarse en el siguiente enlace:

chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/viewer.html?pdfurl=https%3A%2F%2Fnuestraespana.com%2Fwp-content%2Fuploads%2F2021%2F10%2Flas-20-medidas-de-la-agenda-espana-de-vox-6826340.pdf&clen=254787&chunk=true



sábado, abril 06, 2019

VOX – Un análisis liberal

¿Es VOX un partido de ultraderecha, homófobo, xenófobo y anticonstitucional?

Los adversarios (o mejor dicho, enemigos declarados) de VOX afirman que este partido español representa a una ultraderecha homófoba, xenófoba, racista, antieuropea y anticonstitucional.

Eso es también lo que proclaman diariamente y a los cuatro vientos los medios de la televisión abierta (todos ellos pro-izquierdistas, incluso la nacional RTVE dominada férreamente ahora por el PSOE y transformada en su exclusivo órgano de propaganda).

Pero, ¿es eso así, realmente? ¿Conocen en verdad los ciudadanos las propuestas programáticas de VOX, o solamente lo que sus contrincantes opinan de ellas?

Como simple observador ateo, humanista y liberal que, por lo tanto, no puede compartir muchas de las bases de un partido claramente conservador y católico como VOX, prefiero analizar por mí mismo esas proposiciones políticas desde mi propio punto de vista y en la forma más racional posible, expresando en cada caso las críticas que me merezcan con una nota a continuación escrita en cursiva azul para diferenciarla fácilmente.

Espero que la enumeración de esas 100 medidas y mis opiniones sobre ellas ayuden a mis lectores a tomar también, de la forma más racional e informada posible, sus propias conclusiones. Por supuesto, aceptaré gustoso sus críticas y comentarios.

VOX - 100 MEDIDAS PARA LA ESPAÑA VIVA

domingo, agosto 20, 2017

Islam, Corán y Yihad

¿QUÉ ES LA YIHAD?

Yihad es un concepto del Islam que representa una obligación religiosa de los musulmanes. En castellano, la palabra árabe «yihād» se traduce como «esfuerzo». La raíz aparece 41 veces en el Corán y de modo frecuente en la expresión idiomática «esfuerzo en el camino de Dios (al-jihad fi sabil Allah)».

Según la Enciclopedia del Islam, yihad se refiere al decreto religioso de guerra, basado en el llamado por parte del Corán para extender la ley de Dios. El orientalista británico-estadounidense Bernard Lewis argumenta que en los hadices y en los manuales clásicos de jurisprudencia Islámica, yihad tiene un significado militar en la mayoría de los casos.

El erudito musulmán Ibn Jaldún (1332-1406) escribió: "En la comunidad musulmana, la yihad es un deber religioso, debido a la universalidad de la misión (musulmana) y (la obligación) de convertir a todo el mundo al Islam ya sea por persuasión o por la fuerza.
https://es.wikipedia.org/wiki/Yihad

jueves, mayo 07, 2015

Garland no es París, ni Texas es Europa

Terroristas islámicos atentan contra la libertad de expresión en los EE.UU.

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Los terroristas son, por supuesto y además de asesinos, descerebrados, Si no, no serían ni terroristas ni fanáticos.

El día 03/05/2015 se celebraba en la ciudad de Garland, Texas, una exhibición sobre la libertad de expresión que incluía, entre otras formas artísticas, un concurso de caricaturas de Mahoma. La idea era exponer claramente el significado de la libertad de expresión y que en los EE.UU. realmente se cree en ella, un concepto que, dicho sea de paso, es totalmente opuesto al que actualmente se impone en Europa, inmersa en la totalitaria “corrección política” tan bien expresada, por ejemplo, en la “alianza de las civilizaciones” impulsada por Rodríguez Zapatero.

Pero Garland no es París, y Texas no es Europa. Allí todo el mundo puede tener armas para defender sus libertades, sus propiedades y sus vidas y las de sus seres queridos. Y no solamente puede tenerlas, sino que en efecto las tienen, las respetan y las saben utilizar desde que son pequeños. Y, por supuesto, sus fuerzas policiales están bien entrenadas y preparadas.

miércoles, junio 06, 2012

El suicidio verde de Europa

Las energías renovables son ineficientes, caras, y llevarán a la destrucción del bienestar de los pueblos europeos.

El siguiente es un artículo escrito por Rael Jean Isacc, publicado inicialmente en The Wall Street Journal y reproducido luego por The Global Warming Policy Foundation. Su importancia y claridad me llevan a traducirlo para compartirlo con todos los lectores de habla hispana. Espero hacer justicia al original.

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molino_eólico_incendiado
Mientras que la austeridad castiga los estándares de vida europeos provocando revueltas en las encuestas, el “crecimiento” se ha convertido en el mantra de los políticos. Pero para ser competitivos, los países de Europa requieren un suministro de energía seguro, abundante y con precios que también sean competitivos.

A menos que Europa revise radicalmente su obsesión con las emisiones de dióxido de carbono y sus políticas anti-combustibles fósiles que surgen de ella, es muy probable que el crecimiento continúe siendo esquivo.

miércoles, mayo 09, 2012

El decálogo liberal de Bertrand Russell

La mejor respuesta contra el fanatismo es el liberalismo.

Bertrand Russell
Bertrand Russell
Hace pocos días el excelente blog Recuerdos de Pandora (al que recomiendo con entusiasmo) publicó un artículo sobre ”Los Diez Mandamientos Según Bertrand Russell , Como ateo, humanista y liberal declarado que soy celebré el recuerdo de este extraordinario decálogo que considero debe ser tenido en cuenta en todas las épocas difíciles, y especialmente ahora (es una frase hecha, ya lo sé; todas las épocas son difíciles, cada una a su modo, de modo que ninguna es realmente “especial”, pero igual suena bien).

Sin embargo, no quedé satisfecho con la traducción allí publicada, de modo que con todo mi respeto y consideración a “Recuerdos de Pandora” he decidido publicar aquí la mía propia.

sábado, marzo 31, 2012

La Hora del Planeta: Una opinión discrepante

La energía eléctrica barata y abundante es un logro y un derecho de toda la humanidad.

Ross McKitrick es un profesor de economía de la Universidad de Guelph, en Canadá. En 2009 un periodista le preguntó su opinión sobre la importancia de la Hora del Planeta. Esta es su respuesta, que yo comparto totalmente.

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La electricidad es un logro y un derecho de la humanidad.
© Heber Rizzo
Aborrezco la Hora del Planeta.

La electricidad abundante y barata ha sido la mayor fuente de liberación humana en el siglo XX. Cada uno de los avances materiales de la sociedad durante el pasado siglo dependió de la proliferación de energía eléctrica barata y confiable.

La libertad de la mujer para trabajar fuera del hogar dependió de la disponibilidad de artefactos eléctricos que dejaron tiempo libre en las tareas domésticas. La liberación de los niños de las labores menores y su acceso a las escuelas dependió de lo mismo, así como la posibilidad de proporcionar una luz interior segura para poder leer.

Sin electricidad, el desarrollo y prestación de la salud pública moderna serían imposibles. La expansión de nuestros suministros de alimentos y la promoción de la higiene y la nutrición dependieron de nuestra capacidad de riego de los campos, de cocinar alimentos cocidos y de la refrigeración de las comidas, así como de un suministro continuo de agua en los hogares.

lunes, enero 30, 2012

Anuncian el descubrimiento de un átomo perverso y asombroso

Una nueva explicación para el doloroso mundo que nos rodea

Un grupo de connotados científicos informa sobre el descubrimiento de un nocivo átomo que podría ofrecer una explicación para el extraño mundo que nos rodea.

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El nuevo elemento ha sido bautizado como Gobernecio (Gv, por su nombre en inglés). Consta de un neutrón principal, 25 neutrones ayudantes, 88 neutrones asistentes y 198 neutrones ayudantes de asistentes, lo que le confiere una masa atómica total de 312 (extrañamente, esta composición varía según la localización geográfica del elemento, aunque sin perder nunca sus características deletéreas principales).

sábado, abril 17, 2010

Cambio climático: la amenaza ecologista

Preocupados por su caída en las encuestas de opinión, los calentólogos redoblan la apuesta.

En 1999 Patrick Moore, co-fundador y ex-presidente (1977-1986) de Greenpeace, declaró en una entrevista realizada por la revista New Scientist:

"El movimiento ambientalista abandonó la ciencia y la lógica en algún lugar a mediados de los '80, justo cuando la sociedad en general estaba adoptando todos los puntos más razonables de la agenda ambientalista.
Esto fue así porque muchos ambientalistas no podían realizar la transición de la confrontación al consenso, y no podían escapar de la política de adversarios. Esto se aplica particularmente a los activistas políticos que estaban utilizando la retórica ambientalista para esconder agendas que tenían que ver más con la lucha de clases y el anti-corporativismo que sobre la ciencia real del medioambiente.
Para mantenerse en un papel confrontativo, estas gentes tuvieron que adoptar posiciones aún más extremistas porque todas las razonables estaban siendo aceptadas".

Desde mediados de la década de 1980, prácticamente todos los movimientos e instituciones ecologistas fueron siendo infiltrados y dominados por grupos político-filosóficos contrarios a las ideas democráticas y al sistema económico del mundo occidental que se trasladaron a ellos luego del fracaso y caída del “socialismo real”.

Durante años, estas organizaciones ecologistas han ido creciendo en importancia, en activismo, en poder y en riqueza. Manejan miles de millones de dólares en donaciones y en prebendas oficiales. Lo han logrado principalmente invocando fines idealistas, desinterés y solidaridad con los más desfavorecidos, sin vacilar jamás en la exageración de peligros posibles, e incluso sin dudar en la creación de males completamente imaginarios basados en amenazas inexistentes, para así poder alcanzar los objetivos de su agenda política.

Ejemplo claro ha sido la utilización del así llamado “calentamiento global antropogénico”, es decir, de la variabilidad natural del clima de nuestro planeta pero relacionándola con la actividad humana industrial. De ese modo, sus ideólogos han podido reponerse de la pérdida de su utopía socialista y revolverse nuevamente contra sus viejos contrincantes filosóficos: la sociedad occidental y el sistema de valores democráticos que la sustentan.

Para ello han contado hasta ahora con la complacencia de algunos, la complicidad de otros, y principalmente, con la buena fe de una mayoría que ha creído en sus engaños y en su alarmismo catastrófico y que ha sido tocada en sus sentimientos más profundos con un sentimiento de culpa por las desgracias de los menos favorecidos.

En su tarea han sido ayudados por un pequeño grupo de científicos que han faltado a la ética del método científico, por el apoyo de gobiernos occidentales que han aprovechado la situación para atemorizar y aumentar la presión impositiva de sus pueblos y de gobiernos totalitarios o cuasi-dictatoriales que han visto la oportunidad de aprovecharse de la credulidad del mundo occidental, así como por individuos y compañías que se están enriqueciendo con subsidios y apoyos económicos estatales. En ese conjunto de asociados no puede olvidarse, además, el juego que han seguido los principales medios de información del mundo, que han utilizado sus noticias y posiciones alarmistas para llevar dinero a sus arcas, y por periodistas que han logrado desarrollar verdaderas carreras especializadas en todo este tinglado propagandístico.

Lamentablemente para sus intereses, en noviembre de 2009 surgió el escándalo del “”climategate””, es decir, la publicación de un conjunto de archivos que contenían e-mails y códigos de programación pertenecientes al CRU (Climate Research Unit – Unidad de Investigación del Clima) de la universidad de East Anglia, uno de los principales organismos a nivel mundial para el registro y seguimiento de las temperaturas globales.

Esta información puso al descubierto lo que desde hacía tiempo sospechaba y acusaba un pequeño grupo de escépticos que contra viento y marea se enfrentaban a esta conjunción global de intereses seudo-ambientalistas. Los e-mails y los códigos de programa demostraban los engaños, las presiones y la tergiversación de datos, así como el esfuerzo para ocultar e incluso destruir la información original con la cual habían creado sus propios registros oficiales “transformados” que habían luego mostrado al público para “demostrar” la causa humana del calentamiento global que se había producido en el último tercio del siglo XX.

El hasta entonces director del CRU, Phil Jones, fue separado del cargo y sometido a una investigación muy “light” por parte de la universidad de East Anglia y por políticos del parlamento británico, que sin dejar nada en claro lo eximió de culpas penales, aunque no pudo evitar el reconocimiento de sus faltas a la ética científica.

Luego, en cascada, han venido desenmascarándose los engaños perpetrados por los dirigentes del IPCC, el organismo mundial dependiente de la ONU encargado del estudio del cambio climático. A pesar de los exabruptos de su presidente, Rajendra Pachauri, se vio obligada a reconocer que, por ejemplo, sus profecías sobre el deshielo de los glaciares del Himalaya para el año de 2035 eran totalmente falsas, aunque todavía queda por aclarar el pequeño detalle de los más de tres millones y medio de dólares recibidos por una organización también presidida por Pachauri para el “estudio” de este falso deshielo y sus aún más falsas consecuencias. Uno de los científicos del mismo IPCC reconoció que estos informes falsos habían sido emitidos para presionar a los líderes políticos a los efectos de que adoptaran las medidas exigidas por los ambientalistas.

El propio Phil Jones, en declaraciones periodísticas, reconoció también que desde 1998 las temperaturas habían dejado de aumentar pese al crecimiento de los niveles de dióxido de carbono, un gas necesario para la vida e injustamente acusado de ser culpable de un “desastre climático” que existe únicamente en los programas de computadora digitados por la comunidad ecologista (de hecho, la década 2001-2010 fue la más nivosa que se haya registrado). Reconoció además que ese calentamiento de fines del siglo XX era similar a varios otros ocurridos anteriormente por razones naturales y cíclicas, algo totalmente normal y que ha venido ocurriendo una y otra vez desde la formación de nuestro planeta hace unos 4 500 millones de años.

La desesperación que todo esto ha causado en las filas ambientalistas es notoria, y ha llevado a la proliferación de augurios cada vez más catastróficos y descabellados que, sin embargo, no han podido evitar su creciente caída de credibilidad, según muestran las encuestas de países como Alemania, Inglaterra, Francia, Australia, e incluso de los EE. UU.

Y por si esto fuera poco, han decidido pasar a una acción incluso más directa. Por supuesto, no los frena ningún escrúpulo ni ningún respeto hacia los derechos de los demás. Es notorio en ese sentido su desprecio por los valores democráticos, tal como lo expresara el propio James Lovelock, creador de la “hipótesis Gaia” y uno de los máximos gurúes del ecologismo, en una entrevista realizada por el periódico The Guardian del Reino Unido el día 29 de marzo de 2010:

"Necesitamos un mundo más autoritario”…
…”Tengo un sentimiento de que el cambio climático puede ser un asunto tan severo como una guerra. Puede que sea necesario dejar de lado a la democracia por algún tiempo”

Pero esto tampoco pareció suficiente y pocos días después, el 2 de abril de 2010, el blog de Greenpeace publicó un artículo en dos partes lleno de amenazas personales y físicas contra los que opinaran en contra de sus preceptos dogmáticos. Con palabras dignas de cualquier grupúsculo terrorista, el autor decía, entre otras barbaridades:

"Debemos quebrantar la ley para hacer las leyes que necesitamos; leyes que se suponen deben proteger a la sociedad y proteger a nuestro futuro”…
…”Necesitamos un ejército de forajidos climáticos”…
…”Sabemos quienes son ustedes. Sabemos donde viven. Sabemos donde trabajan. Y nosotros somos muchos, pero ustedes son pocos”.

Es claramente una imposición por el terror, pretendiendo dominar con la amenaza física no solamente a quienes disienten con ellos, sino incluso contra sus familiares y sus compañeros de trabajo. No en vano imitan a los fanáticos religiosos cuando llaman “negacionistas” a quienes cometen el “pecado” de opinar en forma diferente.

Es que en verdad el desprecio que estas personas sienten hacia los demás no conoce límites. El 6 de abril de 2010, en un foro ecologista (el TreeHuggers Forum) se comentaba la noticia de 115 mineros chinos atrapados en una mina de carbón y que corrían peligro de muerte. Uno de los foristas, al parecer integrante del blog “Green Earth Friend” (Amigo de la Tierra Verde) contestó así:

"Odio ser tan duro, … pero realmente no me importan los mineros. Si trabajan para la industria petrolera/del carbón, están trabajando para destruir el medioambiente y se merecen cualquier karma que les caiga. Lo lamento”.

Los medios de presión no se limitan a las amenazas físicas, sino también a las económicas y sobre naciones enteras. Varias organizaciones ecologistas, por ejemplo, intentaron frenar un préstamo del Banco Mundial para construir una planta de generación eléctrica en Sud África porque funcionaría con carbón, tal como nos cuenta esta noticia. El hecho de que esta planta permitiría el acceso a la energía eléctrica a millones de personas que ahora carecen de ella y que con ello mejorarían notablemente su calidad de vida, no movió ni un cabello de su cabeza ambientalista.

Ahora intentan acallar a todos quienes opinen en contrario utilizando las armas de las dictaduras más atroces que ha conocido la humanidad. Sabiendo que su causa está perdida cuando se enfrenta a la razón, pretende lograr que cualquier forma de disenso sea considerada delito, un “ecocidio” como lo llaman, comparable a cualquier otro crimen punible en el derecho internacional, tal como lo pide Polly Higgins, una abogada y activista británica. Hay que hacer notar, sin embargo, que no es la primera en pedir un castigo capital para los que se nieguen a aceptar sus dogmas.

Fue el húngaro Paul Hollander quien dijo acertadamente que "Los humanos motivados por nobles ideales son capaces de infligir un terrible sufrimiento con una conciencia limpia". Tal es lo que acontece con los fanáticos de esta nueva cuasi-religión.

Nuestro deber, sin embargo, es enfrentarlos y desenmascararlos, sin violencias, sin rencor, pero también sin desmayo, en aras del verdadero humanismo. Porque como siempre, y como también dijera sabiamente don José Gervasio Artigas, “la cuestión es entre la libertad y el despotismo”.

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Como dice Doug L. Hoffman:
“Cuídense, disfruten el interglacial y manténganse escépticos”.
”edad_de_hielo”

domingo, enero 03, 2010

Enfrentándonos al fundamentalismo terrorista

Un nuevo ataque del Islam contra las libertades de Occidente

Mahoma_con_bomba_en_el_turbante
La locura fundamentalista islámica ha decidido comenzar el año 2010 a terror batiente. La primera noche del año, un fanático religioso atacó en su hogar de Viby, al sur de Aarhus, la segunda ciudad de Dinamarca, al anciano e indefenso dibujante danés Kurt Westergaard. Un somalí terrorista y aspirante a asesino lo atacó con un hacha y un cuchillo en su casa, en la que el dibujante se encontraba con su pequeña nieta de cinco años. Afortunadamente, fue detenido por la policía junto a otros dos individuos aparentemente asociados con él antes de que pudieran dañar al pacífico ciudadano o a la pequeña niña.

¿Y cual fue el terrible delito de Westergaard? Pues dibujar en 2005 una serie de caricaturas de Mahoma, el profeta de la religión elegida por el detenido terrorista. Desde entonces, pesa sobre el dibujante una sentencia de muerte dispuesta por las máximas autoridades religiosas del Islam.

Este es un nuevo ataque contra occidente y contra todo los que todavía atesoramos los principios de libertad de religión, de pensamiento y de expresión. Si bien es cierto que estos principios son mantenidos cada vez con más dificultad ante el ataque de algunos y la desidia de otros, todavía rigen nuestras vidas.

Nuestros gobernantes pretenden ignorar esos ataques, tal vez porque a ellos también les convengan el terror y el silencio. También hay otros grupos que, en nombre de la tolerancia, pretenden acallar las voces que condenan estos actos, y que en forma insidiosa algunos y estúpida otros, intentan confundir el respeto a las diferencias naturales con la permisividad frente a las concepciones ideológicas que pretenden destruir a quienes piensan de otra manera.

Dijo Rowan Atkinson, el inefable “Mr. Bean”:

No se debe confundir raza y religión. Uno no puede elegir su raza, pero sí puede elegir su religión.
Si eliges tu religión, o aceptas la que has heredado, tienes que aceptar responsabilidades por ello y por las acciones y actividades que se perpetran en nombre de esa religión. Me preocupa que la gente pretenda que la religión ha de recibir garantía de inmunidad, que no pueda ser criticada ni ridiculizada.
Es absurdo criticar a alguien por su raza, pero la religión es un conjunto de ideas, y es importante que todas las ideas puedan ser sometidas a análisis.

Comparto totalmente lo expresado por Atkinson, y creo que no puedo ni debo callar mi voz ni ocultar mi opinión ante estas acciones terroristas, ni tampoco aceptar con la cabeza gacha el intento islámico de gobernar al mundo e imponer su concepción religiosa y cultural en todas partes.

Mahoma_terrorista
Deploro, condeno y rechazo su ley islámica que desprecia a las mujeres, a los homosexuales, a los ateos, y que desea imponer sus valores sobre la forma de vestir, de pensar y de comportarse; esa forma terrorista de comportamiento que aspira a destruir todo lo bueno que la civilización occidental ha conquistado a través de siglos de sufrimiento y de sangre de inocentes.

Los creyentes honrados y pacíficos del Islam (que los hay y muchos, aunque menos numerosos y más débiles que antaño) deben comprender que no pueden pretender una integración plena con el occidente, ni tampoco pueden reclamar respeto o aceptación de sus ideas religiosas y culturales, si no aprenden primero a cultivar esas actitudes en sí mismos.

La humanidad es múltiple y diversa, y cada uno de los individuos que la componen merece la oportunidad y el derecho de vivir su vida según su propio parecer, sin querer imponer sus opiniones sobre las de los demás, y aceptando como verdad universal y base de todas las otras ideas, la de que el derecho de cada uno termina cuando comienza el derecho del otro.

Mientras tanto, seguiré pensando y opinando que en la actualidad el terrorismo y el fanatismo islámicos son el principal enemigo de todos los que formamos parte de ese algo tan valioso como intangible que conocemos como “civilización occidental”.

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Enlaces relacionados con el tema de este artículo:

- La verdad del poder, el poder del terror
- Los límites de la tolerancia
- Una certeza mortal
- Ciencia y religion: la vision de Carl Sagan
- La muerte de Oriana, el Islam y otras cosillas
- El juicio de Galileo

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Vía_Láctea_y_Sistema_Solar

La Libertad guiando al pueblo.

© Eugene Delacroix

viernes, octubre 31, 2008

La verdad del poder, el poder del terror


Religión, totalitarismo, falsedad, y otras cosas relacionadas entre sí.
Una y otra vez en la historia de la humanidad, el poder establecido ha pretendido imponer su verdad, eliminando el conocimiento o impidiendo su difusión.

Así, se ha tergiversado el pasado, ocultando y transformando los hechos para acomodarse a la realidad querida por los poderosos de turno. Son las famosas “historias oficiales” que han aparecido y reaparecido continuamente en todas las épocas, culturas y naciones, para dominar y formar la mente de los poseídos.

Tal vez su punto máximo se haya alcanzado durante el apogeo comunista, cuando se podía constatar la evolución de los poderes personales dentro de la “nomenklatura” del socialismo real, examinando el cambio que se producía en las fotografías de los actos oficiales al compararlas con publicaciones anteriores; los miembros que habían sido purgados simplemente desaparecían, eran borrados como si nunca hubieran existido y se transformaban en otra persona, o en un árbol, o en un trozo de muro, y lo único que permanecía sin cambiar era la imagen omnipresente del líder en su centro.
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Giordano Bruno (1548-1600), víctima del terrorismo de la Iglesia Católica.
© www.biografiasyvidas.com
Por supuesto, también se manipula el presente, acallando dudas, críticas e investigaciones, y de la misma forma se intenta crear un futuro idealizado (bueno o malo) que esté de acuerdo con los intereses actuales de los poderosos de hogaño.

Estas imposiciones de la verdad han conocido de una gran variedad de armas: la fuerza bruta, el temor religioso, y la disuasión del dinero, así como una serie de combinaciones de todas ellas. No en vano fue en Bizancio cuando llegó aquel primer compromiso abierto y descarado (no primero en el tiempo, pero sí en su desfachatez) en el que un primado de la iglesia se alió con el emperador de turno, diciéndole “ayúdame a eliminar a mis enemigos, que yo te ayudaré a eliminar a los tuyos”; y así fue que Constantino vio una cruz en los cielos.

Esa alianza religión-armas-dinero que existió siempre, alcanzó su punto más alto con el advenimiento de las religiones monoteístas ya que éstas, por su misma naturaleza, implicaban una “verdad absoluta” que no admitía disensiones. Por eso mismo, fueron desde un principio enemigas del conocimiento independiente, y por lo tanto de la ciencia, cuando esta última entendió que su herramienta básica eran la duda y la investigación.

Las víctimas fueron muchas. La inquisición arrasó Europa, y Galileo fue su víctima científica más notoria ; Giordano Bruno no fue un mártir de la ciencia, sino del espíritu contestatario, rebelde, impenitente e inquisidor. Por lo tanto, su crimen fue aún mayor y la época no lo ayudó: el fuego que lo consumió sigue ardiendo en la iglesia católica actual que no ha podido ni querido reconocer su horrendo crimen, como lo muestra claramente la persona del actual monarca vaticano, el antiguo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (heredera de la Inquisición y del Santo Oficio), Joseph Ratzinger.

Con el tiempo, las disensiones y los juegos de poder fueron minando las potestades de la iglesia católica. El protestantismo alemán, los deseos carnales de un rey inglés, las ideas revolucionarias francesas y las ambiciones de los poderes económicos y militares debilitaron el férreo dominio que la iglesia católica (y las otras iglesias cristianas) tenían sobre las mentes de sus fieles creyentes, que comenzaron lentamente a ser menos fieles y creyentes y más libres y discutidores.
Salman_Rushdie
Salman Rushdie (1947- ), perseguido por el terrorismo islámico del siglo XXI.
© Wikipedia
Lamentablemente, esa evolución renacentista todavía no ha tenido lugar entre las filas islamitas, las que se han transformado en un bastión contra la inteligencia, la duda y el desarrollo de la libertad y de la ciencia. Ciertamente, están además muy bien acompañadas por los reductos fundamentalistas cristianos que no se han resignado a perder su antiguo poder y pretender renacer de entre las cenizas. Entre todos, y ayudados por algunos otros, conforman los “ejércitos de la noche” que tan bien definiera Isaac Asimov.

De todos modos, esa alianza poder-religión surgió también a partir de una filosofía considerada atea: el comunismo.

En efecto, el comunismo comparte muchos principios con cualquier otra religión monoteísta: el monopolio de la verdad absoluta y, por lo tanto, la criminalización de toda opinión contraria, la doctrina del partido único (la iglesia verdadera), el dogma marxista iluminado y omnisciente (su biblia o corán) tal cual lo explicó el filósofo alemán (su mesías) y que fue desarrollado por los grandes dirigentes y filósofos comunistas (sus profetas), la seguridad absoluta de un futuro idealizado e inalcanzable en la etapa actual (el paraíso socialista), el sacrificio actual necesario para alcanzarlo (mandamientos y penitencias), una grey callada, sumisa y obediente a los mandatos de los sabios dirigentes oficiales (los sacerdotes).

No resulta extraño, entonces, que la libertad de expresión y de difusión de ideas haya sufrido también la persecución del estado comunista. No podía ser de otra manera. E incluso la propia ciencia recibió sus embates cuando alguno de sus iluminados convenció a la dirigencia de la verdad “política” de sus ideas. Tal fue el caso de la biología de la antigua Unión Soviética, que resultó gravemente afectada por las doctrinas de Lysenko, un ignorante leal al partido que suprimió por más de 20 años cualquier atisbo de investigación genética.

Por supuesto, cualquier forma de poder resiente la libertad de información y de expresión, ya que el conocimiento puede minar sus propios intereses. Es interesante ver como incluso los gobiernos democráticos intentan también suprimir o aminorar estas libertades, utilizando diferentes formas más o menos legales, pero siempre “procurando el bienestar del pueblo”.

Estas medidas anti-libertarias incluyen diferentes regulaciones que van desde las más duras, como el secreto militar, hasta otras más sutiles como la utilización de la publicidad oficial para “ayudar” a los medios obsecuentes y “castigar” a los opositores, pasando por muchas intermedias como el secreto bancario, impositivo o patrimonial, o la posibilidad ejecutiva de otorgar y quitar licencias para radio y televisión abiertas.

Todas estas pretensiones de sojuzgamiento deben imponerse por el temor a algún castigo, y es así que los estados y las religiones (es decir, los gobernantes y los sacerdotes) se arrogan para sí mismos el monopolio del uso de la fuerza coercitiva. Por supuesto, en el caso de la religión no asociada al poder político-militar ese castigo es post-mortem, pero no por eso resulta menos real para los creyentes convencidos.
Atocha_11_de_marzo_de_2004
Atocha, 11 de marzo de 2004: la insanía islámica en acción.
© www.elpais.com
Sin embargo, no deja de parecer muy interesante la utilización del temor como forma de obtener poder político y económico para grupos supra-estatales asociados en torno de alguna filosofía o, incluso, de alguna rama de la ciencia.

Tal vez el ejemplo más claro se dé con el llamado ecologismo, un movimiento filosófico-político-económico con intereses varios pero que utiliza toda una gama de subterfugios y engaños para obtener resultados que le sean positivos, infundiendo el temor (físico y psicológico) a quienes pretendan oponerse a sus opiniones y vaticinios. Acá vemos también una forma embozada de religión, con sus gurúes e infiernos incluidos, que pretenden tener el derecho de arrasar con todos los que no los acompañen en su lucha por un paraíso idealizado y que no puede aceptar ninguna forma de duda, disenso o investigación.

Y así, el horror del terrorismo se instaló entre los seres humanos. Terrorismo de estado, cuando las diversas formas de religión se unen al estatemento militar/económico y alcanzan el poder y lo utilizan para sojuzgar a sus ciudadanos. Terrorismo a secas, cuando los fanáticos intentan alcanzar el poder y destruir a los que no inclinen la cerviz ante sus ideas.

Seamos justos, sin embargo, y reconozcamos que los intereses económicos de las poderosas compañías internacionales también saben jugar este juego, y realizan sus movimientos y contra-movimientos para oponerse a toda información, duda o crítica que pueda afectarlos, utilizando para tal fin todas las armas a su disposición.

Es por todo esto que podemos asegurar que el poder, cualquiera sea la forma en que se presente, necesariamente considera que el escepticismo, la duda y el método científico son sus enemigos irreconciliables. Y es también por eso que los que verdaderamente luchan por la libertad y el conocimiento tienen, como única arma, la divulgación del escepticismo y de la búsqueda científica de la verdad. Cosas que, como bien sabemos, no son absolutas sino, sencillamente, una aproximación cada vez más cercana a la verdad final, una meta que por otra parte reconocemos como casi imposible. Afortunadamente.
Libertad
©Eugene Delacroix


domingo, febrero 17, 2008

Los límites de la tolerancia

NOTA: Las imágenes que aparecen en esta página son algunas de las caricaturas publicadas por el periódico danés Jyllands-Posten en septiembre de 2005. La caricatura de Mahoma con el turbante-bomba fue dibujada por el caricaturista Kurt Westergaard.
En el mes de febrero de 2008, al conocerse la noticia de que terroristas fundamentalistas islámicos planeaban asesinar al dibujante, los diarios daneses más importantes decidieron publicar nuevamente la caricatura como muestra de solidaridad y para reafirmar la libertad de expresión, según señaló el periódico The Copenhagen Post.
Ese es, también, el espíritu de este artículo.
H.R.

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El diccionario nos dice que la tolerancia es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes a las propias. Es, en definitiva, una norma básica de convivencia en las sociedades que surge de la esencia misma del ser humano.

Mahoma_con_turbante_bomba
Sin embargo, como todo, también la tolerancia tiene (debe tener) sus límites. No todo puede ni merece ser tolerado y aceptado. Las ideas, las opiniones, las creencias, y la práctica individual que surge de ellas tienen como límite, por supuesto, el respeto y la tolerancia a las ideas de los demás. Pueden no gustarnos, podemos no compartirlas, pero no podemos forzar a los demás a adoptar nuestros marcos de referencia. Cuando se intenta tal cosa, se esta violando el derecho a la humanidad y a la existencia de las otras personas, y habrá entonces que aceptar las consecuencias de esas intenciones.

Ahora, nuevamente, surgen amenazas para quienes han cometido el “delito” de exponer públicamente sus ideas sobre el terrorismo dogmático islamista; es decir, se los quiere destruir por decir lo que piensan y por apuntar acusadoramente contra los criminales que pretenden destruir las bases mismas de la cultura occidental.

Es mi deber entonces, en mi carácter de ateo, humanista y librepensador, solidarizarme con los amenazados y elevar mi voz para denunciar este renovado ultraje contra nuestras libertades y derechos fundamentales.

Las filosofías de la intolerancia

A todo lo largo de la historia de la humanidad, una y otra vez, personas y grupos que consideran ser los poseedores de la verdad absoluta han intentado imponer sus valores sobre los demás, acallando por cualquier medio la disidencia y las opiniones en contrario.

En ese sentido, la aparición de las religiones monoteístas significó un retroceso para las libertades de opinión. En efecto, por su misma esencia, estas religiones (el judaísmo, el cristianismo y el islamismo) son exclusivistas y absolutistas: su dogma rechaza la existencia de otros dioses y, por lo tanto, la posibilidad de cultos diferentes.

Por supuesto, también hay otras filosofías que, sin ser claramente religiosas, pretenden también ser las poseedoras de las verdades absolutas en lo que respecta a otros aspectos de la vida de las sociedades, tales como la economía o la interrelación político-social. Esas filosofías comparten con las religiones monoteístas un dogma absolutista que debe ser impuesto a la fuerza sobre los individuos que no lo compartan.

Intolerancia y poder

Por supuesto, la capacidad de imponer esa concepción absolutista depende totalmente de la fuerza real y efectiva que tenga la religión o filosofía en cuestión. Toda vez que la religión se ha unido al poder político-militar, ha impuesto sus ideas y sus intolerancias con mano de hierro y en forma despiadada, y lo mismo ha sucedido con las filosofías políticas totalitarias de más reciente data.

Afortunadamente para nosotros, la tolerancia y la libertad de pensamiento y expresión han fructificado en nuestra civilización occidental. Pero eso no se ha debido a un debilitamiento de la noción absolutista de las filosofías intolerantes de turno, sino a la desvinculación que se les ha ido imponiendo con el poder político, militar y económico.

Por ejemplo, el cristianismo absolutista no se ha debilitado ni ha modificado su naturaleza (tal como podemos comprobar por los dichos del Papa Benedicto o por las actividades anticientíficas de los fundamentalistas cristianos), sino que ha perdido en buena parte su conexión directa con el poder político-militar, lo que ha llevado consecuentemente a la disminución de su capacidad de causar daño al resto del mundo.

El poder islámico

Esa separación entre religión y estado acaeció para Occidente con el Renacimiento. Finalizadas las Eras Oscuras, Occidente comenzó una era de libertades en aumento que recién ahora vuelven a encontrarse en peligro, a causa de la potenciación de la intolerancia islámica y de la subsiguiente reacción conservadora cristiana.

terrorista_islámico
Lamentablemente, el islamismo nunca tuvo su Renacimiento, ni su separación de poderes entre el Estado y la Iglesia. La cuestión se agrava porque el islamismo es, por dogma, mucho más intolerante que el cristianismo.

Por si fuera poco, la coyuntura económica (la cuestión energética, principalmente), le ofrece a los estados islamistas un poder que nunca antes tuvo, con lo que su capacidad de daño se ha incrementado enormemente.

Actualmente, y por otro lado, muchos islamistas se están enquistando dentro de la sociedad occidental, despreciando sus valores pero utilizando sus leyes y costumbres para imponer sus ideas, su desprecio por la vida de los demás, su odio malsano hacia todo lo que les es ajeno.

La filosofía de la tolerancia

Y, aunque parezca extraño, el problema es muchísimo más grave a causa del desarrollo alcanzado por la sociedad occidental. Los valores de las libertades individuales, de los derechos humanos, y de la libertad de expresión y de investigación, han encarnado tan fuertemente en nuestra sociedad que hemos creado normas legales y sociales de comportamiento que aseguren su plena vigencia.

Por eso, cuando nos enfrentamos a la intolerancia salvaje del terrorismo islámico nos cuesta superar ese acondicionamiento liberal, y en cierto sentido tememos enfrentarnos claramente con él.

Convendría por esa razón aquí dar una idea sobre el concepto de tolerancia. Creo que podemos estar de acuerdo en que tolerancia es:

- Aceptar que los seguidores de las varias religiones y filosofías consideren que sus ideas representan la verdad.

- Permitir que esas personas pongan en práctica sus ideas y creencias, dentro de límites razonables y en su ámbito personal, sin afectar directamente los derechos de los demás.

- Impedir la discriminación laboral, estudiantil, social o habitacional por motivos religiosos, filosóficos, raciales, sexuales, o de apariencia física.

- Realizar un esfuerzo razonable para acomodar las necesidades religiosas, filosóficas o de índole estrictamente particular de las otras personas.


Asimismo, resultaría conveniente dejar en claro lo que NO es tolerancia:

- Considerar que todas las creencias, religiones, filosofías y opiniones son igualmente beneficiosas y/o inofensivas.

- Abstenerse de criticar las prácticas religiosas o filosóficas de otras personas.

- Abstenerse de comentar libremente las propias creencias.


Debemos recordar además que incluso las creencias religiosas no son producto de características genéticas innatas, sino sistemas ideológicos adoptados y aceptados libremente por los individuos. Por lo tanto, están sujetos a la discusión y a la discrepancia, como cualquier otro conjunto de concepciones filosóficas.

Por lo tanto deberá ser aceptada su existencia y su expresión, pero no necesariamente su preeminencia y mucho menos su imposición. Ser tolerantes no significa ser débiles, ni tampoco significa la obligación de contemporizar o callar.

Los límites de la tolerancia

El islamismo es una religión absolutista e intolerante. Sus seguidores, cualquiera sea su posición en el sistema, lo saben, lo aceptan y lo acompañan, aunque pretendan algunas veces justificarse y disimular. Es su propio libro, el Corán, el que dice, por ejemplo, que los ateos deberán ser muertos por la espalda en cuanto se de la ocasión. Y eso lo dice desde mucho antes de que yo, ateo confeso, naciera. La intolerancia no surge de mi posición, sino de su dogma.
paraíso_musulmán
Son ellos los que someten y conculcan las libertades de las mujeres, los que amenazan la existencia de los homosexuales, los que niegan la libertad de expresión, los que pretenden destruir la ciencia y el conocimiento. Es su religión la que les asegura vida eterna y placer en el más allá, si cometen todo tipo de atrocidades en el nombre de Alá.

No están solos, por supuesto. También existen grupúsculos fundamentalistas cristianos (y judíos) que piensan como ellos y que actúan como ellos, aunque en su caso no pueden causar todavía mucho daño pues no tienen un poder etático-económico-político-militar que les facilite la tarea.

Por lo tanto, no debemos descuidarnos. Tenemos que poner las cosas en claro, sin temores, sin falsos pruritos. Debemos denunciar y enfrentar esa intolerancia con firmeza, pero cuidando no perder nuestros propios valores tolerantes tan difícilmente conseguidos.

Los islamistas, como los cristianos, los judíos, los budistas, los ateos, y todas los demás integrantes de la humanidad, tienen el derecho inalienable a pensar como quieran, y a actuar y a sentir dentro de su marco de creencias con total y absoluta libertad, con el único límite de respetar el mismo derecho par las otras personas.

Por lo tanto, deberán reconocer el derecho a la duda y a la discusión de sus creencias y opiniones, por mucho que les pese. Deberán aceptar la existencia de otras filosofías, de otras costumbres y conceptos, y de la libertad inherente de cada uno de los seres humanos a recorrer su propio camino, sin imposición ni amenaza de ninguna clase. Y en caso contrario, habrá que exponerlos públicamente y a hacer caer sobre ellos todo el peso de la ley.

Dentro del campo de las ideas, todo. Dentro del respeto a los derechos de los demás, todo. Dentro de la libertad de pensamiento y expresión, todo.

Fuera de ellos, nada.

la_libertad_guiando_al_pueblo

La libertad guiando al pueblo
Eugène Delacroix (1789-1863)

sábado, febrero 10, 2007

Una certeza mortal

A veces (muy pocas, por cierto), el genio del comentarista convierte una simple crítica en todo un ensayo que merece ser tenido en cuenta por sí mismo. El análisis que el profesor Weinberg hace del libro de Richard Dawkins “La ilusión de dios” es uno de esos casos.

Times_Literary_Supplement_logo
Steven Weinberg
Richard Dawkins
The god delusion416pp.
Bantam. £20.0 593 05548 9
US: Houghton Mifflin. $27. 0618680004

De todos los descubrimientos científicos que han perturbado a la mente religiosa, ninguno ha tenido el impacto de la teoría de la evolución por selección natural de Darwin. Ningún avance de la física o incluso de la cosmología ha causado una conmoción igual.

En los primeros días de la cristiandad, los padres de la iglesia Teófilo de Antioquia y Clemente de Alejandría rechazaron el conocimiento, común desde la época de Platón, de que la Tierra era una esfera. Insistieron en la verdad literal de la Biblia, y desde el Génesis hasta los versos de Revelaciones podían ser interpretados como indicadores de que la Tierra era plana. Pero la evidencia de una Tierra esférica resultaba aplastante para quien hubiera visto cómo desaparecía tras el horizonte el casco de un barco, mientras que sus mástiles continuaban siendo visibles, y al final la Tierra plana no parecía merecedora de lucha.

Hacia la Alta Edad Media, la Tierra esférica era aceptada por los cristianos educados. Dante, por ejemplo, descubrió que el corazón de la Tierra esférica era un destino conveniente para los pecadores. Lo que alguna vez había sido un asunto serio se ha convertido en una broma. Un amigo de la Universidad de Kansas ha formado una Sociedad de la Tierra Plana para demandar (en una burla de la demanda de los creacionistas de Kansas para que las escuelas presenten el “diseño inteligente” como una “alternativa” a la evolución) que las escuelas públicas de Kansas enseñen la teoría de la Tierra plana como una alternativa a la teoría de la Tierra esférica.

La idea más radical de que la Tierra se mueve alrededor del Sol fue más difícil de aceptar. Después de todo, la Biblia pone a la humanidad en el centro de un gran drama cósmico de pecado y salvación, de modo que, ¿cómo podría nuestra Tierra no ser el centro del universo? Hasta el siglo XIX, la astronomía copernicana no pudo ser enseñada en Salamanca o en otras universidades españolas, pero para la época de Darwin apenas si molestaba a nadie. Incluso en fechas tan tempranas como las de Galileo, el cardenal Baronius, el bibliotecario del Vaticano, hizo el famoso comentario en broma de que la Biblia nos dice como ir al cielo, y no cómo es que los cielos funcionan.

nombre

Steven Weinberg (1933 - )

Un reto diferente para la religión emergió con Newton. Sus teorías sobre el movimiento y la gravedad demostraron que los fenómenos naturales podían ser explicados sin la intervención divina, y a ellas se opuso, por razones religiosas y en la propia universidad de Newton, John Hutchinson. Pero la oposición a Newton en Europa colapsó cerca de fines del siglo XVIII. Los creyentes pudieron consolarse a sí mismos con el pensamiento de que los milagros eran simplemente excepciones ocasionales a las leyes de Newton, y de todos modos era muy improbable que cualquier física matemática pudiera molestar a aquellos que no comprendían su poder explicativo.

El darwinismo fue otra cosa. No era simplemente que la teoría de la evolución, como la teoría de una Tierra esférica en movimiento, estuviera en conflicto con el literalismo bíblico; no era que la evolución, como la teoría copernicana, negara un lugar central para los humanos; y no era que simplemente la evolución, como la teoría de Newton, proporcionara una explicación no religiosa para los fenómenos naturales que hasta entonces habían parecido como inexplicables sin una intervención divina. Mucho peor. Entre los fenómenos naturales explicados por la selección natural se encontraban las características mismas de humanidad de las que estamos tan orgullosos. Se hizo plausible que nuestro amor por nuestras parejas e hijos y que, según el trabajo de los biólogos evolutivos modernos, aún principios morales más abstractos como la lealtad, la caridad y la honestidad, tengan su origen en la evolución y no en un alma creada por una divinidad.

Dado el ataque que la religión tradicional ha recibido de parte de la evolución, es lógico que los adversarios modernos más enérgicos, elocuentes y libres de compromiso de la religión son los biólogos que nos han ayudado a comprender la evolución: primero Francis Crick, y ahora Richard Dawkins. En “The God Delusion” (La ilusión de dios), Dawkins corona una serie de sus libros sobre biología y religión con un ataque severo sobre todos los aspectos de la religión, no solamente la religión tradicional, sino también sobre el vago conjunto moderno de piedades que a menudo se apropian de su nombre. En su nota menos amable, Dawkins postula incluso que la persistencia de la creencia en dios es, en sí misma, un producto de la selección natural actuando tal vez sobre nuestros genes, como sostuvo Dean Hamer en “El gen de dios”, pero más seguramente sobre nuestros “memes”, los conjuntos de creencias y actitudes culturales que en una forma darwiniana aunque no biológica tienden a ser transmitidos de generación en generación. No es que el meme haga que el creyente o que los genes del creyente sobrevivan, sino que es el meme en sí mismo que por su naturaleza tiende a sobrevivir.

Por ejemplo, la persistencia de la creencia en una religión en particular se ve naturalmente ayudada si esa religión enseña que dios castiga a la incredulidad. Una religión de ese tipo tiende a sobrevivir si el castigo con que amenaza es lo suficientemente horrible. Por contraste, una religión tendría problemas para conservar a sus conversos si enseña que los infieles están sujetos, después de la muerte, a un breve período de leve incomodidad, después del cual se unirán a los creyentes en una felicidad eterna.

Por lo tanto, resulta natural que en el cristianismo y en el islamismo tradicionales, la incredulidad se convierta en el crimen máximo, y que el infierno sea la máxima cámara de torturas. No es extraño que el matemático Paul Erdös siempre se refiriera a dios como el Fascista Supremo. Dawkins focaliza su libro sobre el cristianismo y el islamismo, que tradicionalmente enfatizan la importancia de la creencia, más que en religiones como el judaísmo, el hinduismo o el sintoísmo, que están relacionadas con grupos étnicos específicos y que tienden a remarcar la observancia más que la fe.

A Dawkins, al igual que a Erdös, dios no le gusta. El califica al dios del Antiguo Testamento como “el personaje más desagradable de toda la ficción: celoso y orgulloso de serlo, un controlador fanático mezquino, injusto e inclemente; un “limpiador” étnico vengativo y sediento de sangre; un matón caprichosamente malevolente, misógino, pestilente, megalomaníaco y sadomasoquista”. Y en cuanto al Nuevo Testamento, cita con aprobación la opinión de Thomas Jefferson, de que “el dios cristiano es un ser con un carácter terrible, cruel, vengativo, caprichoso e injusto”.

nombre

Richard Dawkins (1941 - )

Todo esto es muy fuerte, y obviamente Dawkins intenta impactar al lector, pero su diatriba tiene un propósito constructivo. Al atacar al dios de las sagradas escrituras, está intentando debilitar la autoridad de los mandatos de ese dios, comandos cuya interpretación ha llevado a la humanidad a una historia vergonzosa de inquisiciones, cruzadas y jihads. Dawkins indica al lector muchos detalles brutales, pero debemos únicamente dar un vistazo a los encabezados de la actualidad para conseguir los nuestros propios. Por alguna razón, Dawkins no hace ningún comentario sobre el dios del Corán, quien parecería proporcionar iguales oportunidades para el ataque.

Las críticas de “The God Delusion” en el New York Times y en el New Republic reprochan a Dawkins su despectivo rechazo de las pruebas “clásicas” de la existencia de dios. Yo estoy de acuerdo con Dawkins en lo que respecta al rechazo de esas pruebas, pero las hubiera contestado de forma un poco diferente.

La “prueba ontológica” de San Anselmo nos pide inicialmente concordar en que es posible concebir algo tal que no se pueda concebir nada más grande. Una vez que ha logrado ese acuerdo, el astuto filósofo apunta que la cosa concebida debe existir, ya que si no existiera entonces alguna otra cosa que sí existe debiera ser más grande. ¿Y qué podría ser esta cosa que es la más grande que existe, sino dios? QED.

Desde el monje Gaunilo de la época de Anselmo hasta los filósofos de nuestro tiempo como J. L. Mackie y Alvin Plantinga, hay una concordancia general en que la prueba de Anselmo es errónea, aunque no están de acuerdo en qué consiste el error. Mi propia visión es que la prueba es circular: no es verdad que uno pueda concebir algo tal que nada que sea más grande pueda ser concebido, a menos que inicialmente se asuma la existencia de dios. La “prueba” de Anselmo ha reaparecido y ha sido refutada en muchas formas diferentes, casi un poco como una enfermedad infecciosa que puede ser derrotada por un antibiótico, pero que evoluciona de tal forma que necesita ser derrotada una y otra vez.

La “prueba cosmológica” no es mejor desde el punto de vista lógico, pero tiene un cierto atractivo para el físico. Sostiene que todo tiene una causa, y como esta cadena de causalidad no puede prolongarse eternamente, debe concluir en una causa primera, a la que llamamos dios. La idea de una causa primordial es profundamente atractiva, y de hecho el sueño de la física de partículas elementales es encontrar la teoría final en la raíz de todas las cadenas de explicaciones de lo que vemos en la naturaleza.

El problema es que una teoría matemática final de ese tipo difícilmente resultaría ser lo que cualquiera entiende como dios. ¿Quién le reza a la mecánica cuántica? El creyente puede con igual justicia sostener que ninguna teoría de la física puede ser una causa inicial, ya que todavía nos preguntaríamos porqué la naturaleza está gobernada por esa teoría, en lugar de por alguna otra. Sin embargo, en exactamente el mismo sentido, dios no puede ser tampoco una causa inicial, ya que cualquiera que fuera nuestra concepción de dios todavía nos preguntaríamos porqué el mundo está gobernado por esa clase de dios, en lugar de por alguna otra.

La “prueba” que históricamente ha sido más persuasiva es el argumento del diseño. Se supone que el mundo en general (y la vida en particular) está conformado tan maravillosamente que únicamente podría ser el resultado del trabajo del diseñador supremo. El gran logro de los científicos, desde Newton hasta Crick y Dawkins ha sido la refutación de este argumento explicando al mundo.

Me inquieta que Thomas Nagel en el New Republic deje de lado a Dawkins por ser un “filósofo aficionado”, mientras que Terry Eagleton en el London Review of Books se burla de Dawkins por sus carencias de entrenamiento teológico. ¿Debemos concluir entonces que las opiniones en materia de filosofía o de religión pueden ser expresadas únicamente por expertos, y no por simples científicos o por gente común? Eso sería como decir que únicamente los cientistas políticos pueden justificar la expresión de su visión sobre la política. El juicio de Eagleton es particularmente inapropiado; es como decir que nadie está calificado para juzgar la validez de la astrología, a menos que pueda producir un horóscopo.

Donde yo creo que Dawkins se equivoca es en que, como Enrique V en Agincourt, no parece darse cuenta de la extensión de la victoria de su bando. Dejando de lado el ascenso del islam en Europa, la caída de la creencia cristiana seria entre los europeos está tan ampliamente demostrada que Dawkins se dirige a los Estados Unidos para encontrar la mayoría de sus ejemplos sobre la creencia religiosa reaccionaria. Atribuye el gran respeto por la religión en los EE.UU. al hecho de que los norteamericanos nunca han tenido una iglesia establecida, una idea que puede haber tomado de Tocqueville.

Pero si bien la mayoría de los estadounidenses puede estar segura del valor de la religión, hasta donde yo puedo ver no está muy segura sobre la verdad de lo que enseña su propia religión. Según un artículo reciente del New York Times, los evangelistas estadounidenses están desesperados por una encuesta que demostró que únicamente el 4% de los adolescentes norteamericanos serán “cristianos creyentes de la Biblia” cuando alcancen la edad adulta.

La difusión de la tolerancia religiosa proporciona evidencia del debilitamiento de la certeza religiosa. Históricamente, la mayoría de los grupos cristianos ha enseñado que no hay salvación sin la fe en Cristo. Si se está realmente seguro de que cualquiera que no posea esa fe está condenado a un infierno eterno, entonces la propagación de la fe y la eliminación de la incredulidad serían lógicamente las cosas más importantes del mundo, mucho más importantes que cualquier otra virtud secular tal como la tolerancia religiosa. Sin embargo, la tolerancia religiosa campea por sus fueros en Norteamérica. Nadie que haya expresado públicamente su falta de respeto por cualquier religión en particular podría ser elegido para un alto cargo público.

Incluso aún cuando los ateos norteamericanos puedan tener problemas para ganar elecciones, los estadounidenses son bastante tolerantes con nosotros los incrédulos. Mis muchos buenos amigos en Texas que son cristianos profesos ni siquiera intentan convertirme. Esto podría ser tomado como evidencia de que a ellos no les importa realmente si yo paso la eternidad en el infierno, pero prefiero pensar (y tanto baptistas como presbiterianos lo han admitido frente a mí) que no están del todo seguros con respecto al cielo y al infierno.

A menudo he escuchado la afirmación (una vez por voz de un sacerdote estadounidense) que no es tan importante lo que uno cree; lo importante es como nos tratamos unos a otros. Por supuesto, aplaudo este sentimiento, pero imaginémonos intentando explicar eso de “no importa lo que uno crea” a Lutero, a Calvino o a San Pablo. Afirmaciones como ésta muestra una retirada masiva de la cristiandad del terreno que alguna vez ocupó, una retirada que no puede ser atribuida a una nueva revelación, sino únicamente a la pérdida de certidumbre.

Buena parte del debilitamiento de la certeza religiosa en el occidente cristiano puede ser vista junto al portal de la ciencia; incluso personas cuya religión podría hacer que se inclinaran hacia la hostilidad frente a las pretensiones de la ciencia, comprenden generalmente que ellos mismos deben apoyarse en la ciencia y no en la religión para lograr que las cosas se hagan. Pero nada parecido a esto ha sucedido, con los mismos alcances, en el mundo del islam.

Uno encuentra en los países islámicos no solamente la oposición religiosa a teorías científicas específicas, como sucede ocasionalmente en occidente, sino también una extensa hostilidad religiosa hacia la ciencia misma. Mi difunto amigo, el distinguido físico paquistaní Abdus Salam, intentó convencer a los mandatarios de los ricos estados petroleros del Golfo Pérsico para que invirtieran en educación e investigación científicas, pero descubrió que si bien se mostraban entusiasmados con la tecnología, sentían que la ciencia pura representaba un reto muy grande para la fe.

En 1981, la Hermandad Islamita de Egipto pidió el fin de la educación científica. En las áreas de la ciencia que conozco mejor, aunque hay científicos talentosos de origen islámico trabajando productivamente en occidente, a lo largo de cuarenta años no he visto un simple artículo realizado por un físico o un astrónomo que trabajara en un país islámico y que valiera la pena leer. Esto es así pese al hecho de que en el siglo IX, cuando la ciencia apenas si existía en Europa, el mayor centro mundial de investigación científica se encontraba en la Casa de la Sabiduría en Bagdad.

El islam se volvió contra la ciencia en el siglo XII. La figura más influyente fue el filósofo Abu Hamid al-Ghazzali, quien argumentó en La incoherencia de los filósofos contra la idea misma de leyes de la naturaleza, sobre la base de que cualquiera de esas leyes pondría en cadenas las manos de dios. Según al-Ghazzali, un montón de algodón colocado sobre las llamas no se oscurece y arde a causa del calor, sino porque dios quiere que se oscurezca y se queme. Después de al-Ghazzali, no hubo más ciencia digna de mención en los países islámicos.

Las consecuencias son horrorosas. Sea lo que sea que se opine sobre los islamitas que se vuelan a sí mismos en ciudades atiborradas de gente en Europa o Israel, o que choquen con aeroplanos en edificios de los EE.UU., ¿quién discutiría que la certeza de su fe tiene algo que ver con el asunto?

George W. Bush y muchos otros quisieran que nosotros creyéramos que el terrorismo es una distorsión del islam, y que el islam es una religión de paz. Por supuesto, decir esto es una buena política, pero las afirmaciones sobre lo que es el islam tienen poco sentido.

El islam, como todas las otras religiones, fue creado por personas, y existen potencialmente tantas versiones diferentes del islam como hay personas que declaran ser islamitas (la misma afirmación se aplica a la opinión altamente personal de Eagleton sobre lo que “es” el cristianismo). No sé sobre qué bases uno puede decir que una persona pacífica y bien intencionada como Abdus Salam es más o menos islamita que los asesinos guerreros islámicos del Hezbollah y de la Jihad Islámica, que los clérigos de todo el mundo islamita que incitan al odio y a la violencia, o que aquellos islamitas que hacen manifestaciones contra supuestos insultos contra su fe, pero no contra las atrocidades cometidas en su nombre (incidentalmente, Abdus Salam se veía a sí mismo como un islamita devoto, pero pertenecía a una secta que la mayoría de los islamitas considera herética, y por años no se le permitió regresar a Paquistán).

Dawkins trata al islam como simplemente otra religión deplorable, pero hay una diferencia. La ecuanimidad de Richard Dawkins es bien intencionada, pero está fuera de lugar. Comparto su falta de respeto por todas las religiones, pero en nuestros tiempos es tonto despreciarlas a todas ellas por igual.

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Steven Weinberg es profesor de física y astronomía en la Universidad de Texas. Recibió el Premio Nóbel de Física y la Medalla Nacional de Ciencia de los EE.UU., y es miembro extranjero de la Royal Society de Londres. Entre sus libros se incluyen “The First Three Minutes” (Los primeros tres minutos), 1977, “Dreams of a Final Theory” (Sueños de una teoría final), 1992, y “Facing Up “ (Enfrentando), 2001.

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NOTA: Traducido y publicado con autorización especial de The Times Literary Supplement. Las imágenes han sido añadidas por el traductor

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Este artículo también fue publicado en Astroseti.com el 09/02/2007, con ligeras modificaciones: URL http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=2724
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jueves, diciembre 21, 2006

Diez años de la muerte de Carl Sagan

Hace ya un decenio fallecía el más famoso de los astrónomos de los tiempos modernos.

”Carl Sagan y el universo”

Carl Sagan y el cosmos

Pero su muerte, por supuesto, no significó su desaparición. Su sonrisa y su genio siguen estando en la mente de todos los que lo admiramos.

Es difícil decir algo inteligente u original en un caso así. La blogosfera lo recuerda hoy, y decenas de miles de personas en todo el mundo se han unido para conmemorar la fecha. Y cada uno de ellos (de nosotros) pensamos y sentimos una emoción muy profunda, que algunos saben expresar en palabras y otros apenas somos capaces de sentirlas.

Es por eso que hoy, en esta pequeña nota homenaje no escribo mucho. Simplemente, les daré un enlace a un artículo muy bueno publicado en Clarín, que dice un montón de cosas que me hubiera gustado escribir, y que a su vez tiene unos enlaces que merecen ser visitados.

Solamente agregaré que lamento la injusticia de que hombres tan grandes como él hayan vivido tan poco, mientras que otros…

Realmente, me gustaría que hoy estuviera vivo, en estos momentos de emoción diaria que nos traen las noticias del cosmos, para explicarnos, enseñarnos, y seguir mostrándonos el camino que debería seguir la humanidad.

Que descanse entre las estrellas.