domingo, agosto 12, 2018

Clima y civilización: los últimos 4000 años

El clima cambia. Es su condición natural. Y esos cambios afectan a la humanidad.

Por: Andy May
Traducción y resumen: Heber Rizzo

El Óptimo Térmico del Holoceno finalizó en momentos diferentes en las diferentes partes del mundo, pero ya había terminado en todas partes hacia el 4000 AP (AP significa Antes del Presente, tomándose como “presente” el año 2000 dC), y entonces nuestro planeta comenzó a enfriarse.

La línea temporal que vemos en la imagen más abajo muestra los proxies de temperatura en los núcleos de hielo de Groenlandia Central GISP2 en azul, y las estimaciones de la temperatura superficial de HadCRUT 4.4 en rojo para la misma área.

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Esta gráfica muestra los cambios climáticos de los últimos 4000 años, así como los principales acontecimientos en la historia de la civilización.

© Andy May


En la gráfica podemos ver los acontecimientos principales en la civilización humana durante dicho período.

Necesariamente, este artículo cubre el clima y los acontecimientos humanos en el hemisferio norte. Algunos de los acontecimientos descriptos, tales como el Período Cálido Medieval, fueron globales. Pero algunos pueden haber ocurrido únicamente en el hemisferio norte.

Casi todas las notas históricas proceden del excelente libro del profesor Wolfgang Behringer “Una historia cultural del clima”. Es un libro altamente recomendable. Fue publicado originalmente en alemán en 2007 y traducido al inglés en 2010.

Los registros GISP2 de temperatura cubren el período desde hace 95 años hasta 50 000 años atrás. Se han agregado las mediciones de la superficie de Groenlandia /HadCRUT 4.4) para hacer llegar las temperaturas hasta el año 2000, cubriendo así el Período Cálido Moderno.

Los datos de los núcleos de hielo tan al norte como éstos son muy útiles. Desde hace tiempo se sabe que las temperaturas oceánicas y atmosféricas en o cerca del ecuador no han cambiado mucho durante millones de años, pero los cambios han sido grandes en los polos, especialmente cerca del polo norte. A menudo, ésto ha sido llamado “amplificación polar”.

A medida que las temperaturas globales aumentan, la evaporación crece en los trópicos manteniendo así nivelada la temperatura. Como las temperaturas son “evaporizadamente amortiguadas” en los trópicos, el balance global obligan a que las temperaturas aumenten en las latitudes altas durante un evento de calentamiento global. Por lo tanto, los datos de este lejano norte muestran variaciones mayores que el promedio mundial y son por lo tanto más fáciles de ver.

Comparando la historia de la humanidad en el hemisferio norte con el registro de los núcleos de hielo de Groenlandia que las grandes variaciones de la temperatura allí están relacionadas con acontecimientos europeos, asiáticos, americanos y del Oriente Medio. Por lo tanto, podemos deducir con bastante seguridad que estas variaciones de temperatura afectaron a la mayor parte, si no a todo, del hemisferio norte.

Comparando los proxies de temperatura de los núcleos de hielo antárticos con los de Groenlandia vemos que los eventos más breves fueron diferentes, u ocurrieron en momentos diferentes en el hemisferio austral. Los eventos mayores, como por ejemplo el último máximo glacial y el Óptimo Térmico del Holoceno (cuando comenzó la civilización humana en la así llamada Revolución del Neolítico) aparecen en ambos registros.

La línea temporal comienza en el 4000 AP y muestra un enfriamiento constante hasta la Pequeña Edad de Hielo (aproximadamente del 1250 al 1850 dC). Es fácil ver que el Período Cálido Romano fue más frío (al menos en Groenlandia) que el Período Cálido Minoico, y que tanto el Período Cálido Medieval y el Período Cálido Moderno son más fríos que el Período Cálido Romano.

La Pequeña Edad de Hielo fue un período horrible para la humanidad. Los glaciares avanzaron en los Alpes y destruyeron hogares. Fue un tiempo de guerra perpetua, hambrunas y plagas. Eran comunes las persecuciones de judíos y de “brujas”. La sociedad sufría por el frío y la falta de comida, y necesitaban culpar a alguien.

Desafortunadamente, eligieron a los judíos y a las mujeres viejas sin esposo. Más de 50.000 “brujas” fueron quemadas vivas. Decenas de miles de judíos fueron masacrados. No porque hubiera alguna prueba, sino porque alguien tenía que sufrir por el clima malo. Algunas personas, principalmente las masas, parecían necesitar culpar a alguien o a los “pecados” humanos por los desastres naturales. Como dice Behringer, “en una sociedad sin el concepto de lo accidental, había una tendencia a personalizar la mala suerte”.

Hoy en día, los fanáticos ambientalistas asumen no solo que el cambio climático es antropogénico sino también que es peligroso. No tienen nada que pruebe sus afirmaciones, por supuesto, pero “creen” con fervor religioso en ambas ideas.

Entonces vemos, en el libro de Behringer, la siguiente cita del Arzobispo Agobardo de Lyon (769-840 dC) en su sermón “Sobre el granizo y el trueno”: “En estas tierras casi todos, nobles y gente común, de los poblados y de los campos, creen que los seres humanos pueden causar el granizo y el trueno... Hemos visto y oído como la mayoría de la gente están atrapadas por este sinsentido, de hecho están poseídas por esta estupidez”...

Entonces uno necesita preguntarse: ¿Como sociedad, hemos aprendido algo desde 1846? ¿Por qué algunos necesitan asumir que ciertas personas deben ser culpabilizadas por los desastres naturales?

Conclusiones:

Hay varias lecciones que debemos aprender del libro de Behringer y de su línea de tiempo.

Primero: no hay una temperatura perfecta. El ser humano, incluso en épocas pre-industriales, se adaptó a una variedad de temperaturas y siempre le ha ido mejor en los tiempos cálidos y le ha ido peor en los tiempos fríos.

Segundo: ¿Por qué alguien desearía volver al clima pre-industrial? El Washington Post dice que la meta de la Conferencia Climática de París era limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados sobre las temperaturas pre-industriales.

¿La época pre-industrial? Eso sería la Pequeña Edad de Hielo, cuando nevaba en julio, una época de guerras interminables, hambrunas y plagas. Según los datos de los núcleos de hielo de Groenlandia, ¡las temperaturas de hace 180 años eran casi las más frías vistas desde el final del último período glacial, hace 10.000 años! ¿Por qué medir nuestro éxito en combatir el calentamiento antropogénico, si tal cosa existiera, comparándolo con una época tan inusualmente fría? No tiene sentido. Esos tiempos fueron terribles.

Como explica Behiringer, la revolución del Neolítico (la edad de la piedra nueva) y el surgimiento de las antiguas civilizaciones se hizo posible cuando las temperaturas llegaron a ser uno o dos grados más cálidas que ahora.

Al ritmo del calentamiento actual, incluso en la polarmente amplificada Groenlandia, esto tardaría todavía unos 200 años en alcanzarse. ¿Por qué no marcar el límite en dos grados sobre las temperaturas del Óptimo del Holoceno? Al fin y al cabo, esa fue la temperatura que permitió que comenzara la civilización. Yo, al menos, preferiría volver a ese período antes que a la Pequeña Edad de Hielo.

¿Por qué tener un límite? En cualquier caso, la evaporación limita la temperatura máxima a unos 29~30 grados centígrados. En nuestras vacaciones invernales solemos ir a lugares que tengan esa temperatura, ¿no?

Las temperaturas actuales están evaporativamente limitadas en los trópicos a esos 29~30 grados centígrados. El resto del planeta podría alcanzar esa temperatura a lo largo de miles de años, pero no es probable y no sería una catástrofe.

Más aún. La Tierra ya ha tenido esa temperatura, en el Máximo Térmico Paleoceno-Eoceno, hace 55 millones de años, y también durante el Período Cretácico hace 65 millones de años, cuando nuestro planeta estaba libre de hielos y las palmeras crecían tanto en Alaska como en la Antártida.

Si el calentamiento continúa, ya sea antropogénico o no, los hielos polares terminarán por fundirse a lo largo del tiempo, pero podremos mudarnos a lugares más altos, podremos adaptarnos. No sucederá rápidamente, sino a lo largo de muchas generaciones, y la mayoría ni siquiera se dará cuenta de que eso está sucediendo. Hoy en día estamos mucho más avanzados y podemos adaptarnos más fácilmente que nuestros ancestros, y ellos se adaptaron a eventos climáticos mucho más extremos.

La última parte del libro de Behringer es un buen resumen del debate sobre cambio climático en 2007. Debemos admirarnos de la forma en que presenta ambos lados del debate, “simplemente con los hechos”.

La cita siguiente es de la penúltima página del libro:

“... el enfriamiento siempre ha resultado en grandes turbulencias sociales, mientras que el calentamiento ha llevado varias veces al florecimiento de las culturas. Si podemos aprender algo de la historia de la cultura es que, incluso si los seres humanos fueron “hijos de la Edad de Hielo”, la civilización fue el producto del calentamiento climático”.

“Es difícil prever el futuro. Los científicos serios deberían abstenerse de caer en el papel de Nostradamus. Las simulaciones de computadora no pueden ser mejores que las premisas que guiaron la introducción de los datos: muestran lo que se espera que suceda, no el futuro real. La historia de la ciencia es también la historia de teorías falsas y de predicciones erróneas”.


No hay mucho más para añadir a eso.

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Artículo original: “Climate and Human Civilization for the Past 4,000 Years”
Fecha: Junio 22, 2016
Enlace con el artículo original:
aquí
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