jueves, enero 24, 2008

Una posible explicación para la anomalía de las Pioneer

Están pasando cosas extrañas con nuestros exploradores espaciales robóticos. También conocido como “Efecto Pioneer” (las súbitas e inesperadas alteraciones en las trayectorias de las sondas Pioneer 10 y Pioneer 11 detectadas mientras continuaban su viaje hacia el sistema solar exterior), se ha observado también que había anomalías similares en sobrevuelos realizados por sondas espaciales más modernas.
Galileo-Tierra

La sonda Galileo sobrevolando la Tierra.
© NASA


Los sobrevuelos a la Tierra de las misiones Galileo, Rosetta, NEAR y Cassini han experimentado todos ellos un súbito aumento de velocidad. Después de eliminar todas las explicaciones posibles, incluyendo la pérdida de combustible y un error en la medición de la velocidad, un nuevo estudio sugiere que la respuesta podría estar en una extraña característica de la física universal…

Los sobrevuelos planetarios representan una ayuda esencial en las misiones interplanetarias para ganar energía mientras aceleran en su alegre viaje hacia su destino. Las asistencias gravitatorias son calculadas precisamente por los científicos de la misión de modo que el momento de llegada puede ser calculada al minuto. Considerando que las misiones tardan años en completarse, este grado de precisión es asombroso, pero esencial.

De modo que cuando la Galileo completó su asistencia gravitatoria sobrevolando a la Tierra el 8 de diciembre de 1990 para ser impulsada hacia Júpiter, es posible imaginar la sorpresa de la NASA cuando descubrió que la Galileo había acelerado de pronto, y sin causa aparente. El aumento del empuje era diminuto, pero utilizando la Red Espacio Profundo (Deep Space Network) se pudo lograr una medición precisa de la aceleración de la nave. Galileo había sido acelerada en 3,9 mm/s (3,9 milímetros por segundo).

Y no es un caso aislado. Durante los sobrevuelos a la Tierra de las sondas NEAR, Cassini-Huygens y Rosetta, en todos ellos se experimentaron empujes inexplicados de 13 mm/s, 0,11 mm/s y 2 mm/s respectivamente. Después de que eliminaron las fallas técnicas, los errores de observación, la presión de radiación, las inestabilidades magnéticas y la acumulación de carga eléctrica, se está poniendo el foco en explicaciones más exóticas.

Un estudio reciente realizado por Magic McCullock sugiere que la “radiación Unruh” puede ser la culpable. Exponiéndolo simplemente, el efecto Unruh sugiere que los cuerpos en aceleración experimentan un tipo de radiación electromagnética. En aceleraciones muy bajas, la longitud de onda emitida será tan larga que una longitud de onda completa será mayor que el tamaño del universo (algo que también se conoce como la Distancia Hubble).

Por lo tanto, la aceleración baja generará ondas que no tienen efecto sobre el cuerpo. Sin embargo, si el cuerpo que acelera (por ejemplo la Galileo siendo acelerada por la gravedad terrestre durante su sobrevuelo de 1990) excede lentamente un umbral de aceleración, la radiación Unruh disminuirá su longitud de onda (será menor que la Distancia Hubble), lo que causará un diminuto pero mensurable empuje en su velocidad en aumento.

Aunque compleja, esta teoría es muy interesante y prueba que aunque podemos calcular el momento de arribo de las sondas espaciales al minuto, el universo continuará mostrándonos por largo tiempo algunas cosas que nos seguirán dejando perplejos.

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Traducido con autorización de Universe Today:
Título: “A Possible Answer to Flyby Anomalies”
Autor: Ian O’Neill
Fecha: Enero 20, 2008
Enlace con el artículo original:
aquí
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