lunes, setiembre 14, 2009

CO2 y metano: distribución global

Resultados preliminares de un estudio satelital sobre la concentración atmosférica de gases de invernadero.

El proyecto GOSAT (Greenhouse gases Observing Satellite = satélite de observación de gases de invernadero) es un esfuerzo conjunto de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), del Instituto Nacional de Estudios Medioambientales (NIES) y del Ministerio de Medioambiente (MOE), e inició actividades en abril de 2004.

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Satélite GOSAT

© GOSAT

< p align="justify">El satélite GOSAT (IBUKI, en japonés) fue lanzado el 23 de enero de 2009, y el 28 de agosto de 2009 emitió un informe preliminar de sus observaciones. Si bien los datos iniciales de los instrumentos del satélite se encuentran todavía en la fase de calibración y validación, se llevó a cabo un análisis inicial de las concentraciones de dióxido de carbono y de metano para los escenarios terrestres en cielo claro.

Los datos corresponden a observaciones realizadas entre el 20 y 28 de abril de 2009, y los mapas publicados son los siguientes:

Distribución global de metano:
distribución_global_de_metano_en_abril_2009

Mapa GOSAT de la concentración atmosférica del metano en la atmósfera de la Tierra en abril de 2009.

© GOSAT

Según informan los científicos de GOSAT, las concentraciones fueron de 0,03 a 0,1 ppm más altas para el hemisferio norte, en términos de promedio de banda de latitud, que para el hemisferio sur, lo que casi concuerda con las diferencias norte-sur basadas en los modelos de transporte atmosférico.
Los valores para el hemisferio sur fueron en promedio 0,1 ppm más bajos de en los modelos, mientras que para el hemisferio norte fueron de 0,04 a 0,13 más altos.

Distribución global de dióxido de carbono:

 distribución_global_de_CO2_en_abril_2009

Mapa GOSAT de la concentración atmosférica de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra en abril de 2009.

© GOSAT

En el análisis se muestra un gradiente hemisférico, con valores mayores para el hemisferio norte que son consistentes con otras mediciones, si bien los valores son en general menores que los predichos por los modelos.

Para el hemisferio norte, los resultados son en general unos 10 ppm mayores que para el hemisferio sur. Según los modelos, la diferencia debería estar entre los 2 y los 4 ppm.

Para el hemisferio norte, los valores promedio fueron unos 17 ppm menores a los predichos por los modelos, mientras que para el hemisferio norte son entre 7 y 12 ppm más bajos.

Los investigadores advierten que la calibración de los datos, el procesamiento de ajuste de parámetros y la validación del producto que se requieren para la discusión cuantitativa de los resultados del análisis se llevarán a cabo en el futuro.

Esperemos que sean realizados a la brevedad.

Algunas conclusiones

Nótese que las mayores concentraciones de metano se encuentran en China, Oriente medio, Europa central, sur de Francia e Inglaterra. y África.

En el caso del dióxido de carbono, las mayores concentraciones se encuentran en China, India, Europa central, Inglaterra, Oriente medio y África.

Para ambos gases, los “puntos calientes” de concentración son bastante coincidentes.

Por otro lado, las exigencias para la disminución de emisión de “gases de invernadero” (sin importar lo valederas que pudieran ser las razones invocadas) parecerían ser más políticas y filosóficas que basadas en datos científicos reales, máxime teniendo en cuenta las complicaciones económicas que ellas generan.

En el caso específico de España, la intención de embarcarse en este tipo de políticas económico-ambientales no acarrearía aparentemente ningún beneficio, sino que por el contrario significaría inversiones muy onerosas y pérdidas de competitividad que no se verían justificadas en ningún escenario razonable.

Otro aspecto que podría resultar significativo es la diferencia que se observa entre los hemisferios norte y sur tanto en las anomalías de la temperatura como en los niveles de dióxido de carbono. En efecto, si bien la temperatura global ha permanecido estable o incluso ha experimentado algún descenso y en cambio los niveles globales de dióxido de carbono no han dejando de aumentar, en el hemisferio sur tanto la estabilidad como el descenso de temperatura han sido más pronunciados y podríamos estar viendo que algo similar podría estarse produciendo con los niveles de CO2.

Será necesario esperar nuevos y más prolongados estudios para comprobar si, en realidad, ambos fenómenos se siguen produciendo y si hay alguna relación real entre ellos.

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