¿Podemos entendernos entre nosotros si utilizamos términos equivocados? |
Dos artículos publicados el 16/06/2012 nos llaman la atención sobre los problemas y las incomprensiones que acarrea el mal uso de los términos científicos, especialmente cuando se los traslada al lenguaje cotidiano.
De hecho, y como nos dice Jo Nova en uno de ellos: “El lenguaje descuidado funciona para los charlatanes y sus engaños. En la búsqueda de la verdad solamente sirve el lenguaje correcto”. En ese sentido, en su novela “1984” George Orwell nos mostró el uso dictatorial que puede hacerse de la tergiversación total de los términos idiomáticos a través de la propaganda oficial (recordemos los lemas de su mundo imaginario: Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza)
Una muestra actual y verdadera de esto lo tenemos con el término “cambio climático”. En mayo de 1992 las Naciones Unidas crearon una nueva definición para el término, estableciéndolo como: “el cambio en el clima que se atribuye directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se agrega a la variabilidad climática natural observada sobre períodos comparables (Convención Marco de la ONU Sobre el Cambio Climático, parágrafo 6, artículo 1).
Es de hacer notar que esta tergiversación de términos comenzó a utilizarse ampliamente y a sustituir al termino anterior de “calentamiento global” cuando, a partir de 1988, las temperaturas globales iniciaron un período de “achatamiento”, incluso con una pequeña tendencia hacia el enfriamiento (ver imágenes 2 y 3):
Una muestra actual y verdadera de esto lo tenemos con el término “cambio climático”. En mayo de 1992 las Naciones Unidas crearon una nueva definición para el término, estableciéndolo como: “el cambio en el clima que se atribuye directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se agrega a la variabilidad climática natural observada sobre períodos comparables (Convención Marco de la ONU Sobre el Cambio Climático, parágrafo 6, artículo 1).
Es de hacer notar que esta tergiversación de términos comenzó a utilizarse ampliamente y a sustituir al termino anterior de “calentamiento global” cuando, a partir de 1988, las temperaturas globales iniciaron un período de “achatamiento”, incluso con una pequeña tendencia hacia el enfriamiento (ver imágenes 2 y 3):
2.- Temperaturas globales desde 1998: A pesar de que la prensa oficialista no lo menciona, ya van 14 años con las temperaturas globales “planchadas”. © woodfortrees.com |
En otras palabras, para la ONU no puede haber “cambio climático” sin seres humanos y, por extensión, el clima no pudo haber cambiado durante los cuatro mil quinientos millones de años anteriores a 1880, cuando comenzó a funcionar la primera usina eléctrica impulsada por carbón.
Esto es algo que no tiene sentido. Solamente con el mal uso de muchos millones de euros de los contribuyentes pudo haberse propalado tamaño disparate. Al tergiversar tan audazmente el término, las Naciones Unidas se aseguraron un ejército de sostenedores algo distraídos o no muy agudos.
El término de “negacionista climático” proviene de la misma fuente enfermiza, como si pudiera haber en algún lugar del mundo alguien (fuera de algún asilo mental) que negara los hechos del cambio climático, con el agregado de que solamente se puede negar una creencia, nunca una observación científica de la realidad. En ciencia, los que enfrentan la utilidad de una hipótesis son los realmente escépticos y para ello se basan en los datos de la naturaleza, que son los que prueban la validez o falsedad de la misma.
Esto es algo que no tiene sentido. Solamente con el mal uso de muchos millones de euros de los contribuyentes pudo haberse propalado tamaño disparate. Al tergiversar tan audazmente el término, las Naciones Unidas se aseguraron un ejército de sostenedores algo distraídos o no muy agudos.
El término de “negacionista climático” proviene de la misma fuente enfermiza, como si pudiera haber en algún lugar del mundo alguien (fuera de algún asilo mental) que negara los hechos del cambio climático, con el agregado de que solamente se puede negar una creencia, nunca una observación científica de la realidad. En ciencia, los que enfrentan la utilidad de una hipótesis son los realmente escépticos y para ello se basan en los datos de la naturaleza, que son los que prueban la validez o falsedad de la misma.
3.- Desde 2002, el descenso de temperaturas globales ha sido más pronunciado. © woodfortrees.com |
Y la realidad nos dice que los que sostienen que el clima es estable y que se ha mantenido así hasta la aparición de la civilización tecnológica humana mienten a sabiendas. Son ellos los que niegan la realidad y que ignoran y ocultan los datos de los registros geológicos que nos muestran que el clima de nuestro planeta ha estado cambiando durante los cuatro mil quinientos millones de años de historia del planeta, algunas veces calentándose hasta temperaturas mucho más altas que las actuales y otras veces enfriándose hasta hacer que la vida fuera casi imposible, con niveles de CO2 que llegaron a ser incluso 25 o 30 veces mayores a los actuales, y que evidentemente no fueron la causa de esas variaciones (ver imagen 4).
El en otro artículo, el científico Roger Pielke Sr nos recomienda cambiar la terminología para poder entendernos claramente. Así, los términos a utilizar deberían ser:
- Calentamiento global: Un incremento en promedio del contenido global de energía, medido en Joules.
- Cambio climático: Cualquier alteración multi-decadal o más prolongada en uno o más de los componentes físicos, químicos y/o biológicos del sistema climático.
Esto debería hacerse porque la terminología de “cambio climático” se usa ampliamente para significar “cambios en el clima causados antropogénicamente (es decir, por los seres humanos)” a partir de condiciones climáticas casi estáticas. Esa es la razón por la cual se utilizan equivocadamente términos como “estabilización del clima” o similares.
El sistema climático terrestre es altamente no-linear: los factores que se introducen y los resultados obtenidos no son proporcionales, el cambio es a menudo episódico y abrupto en lugar de ser lento y gradual, y los equilibrios múltiples son la norma.
Por eso, la presunción de un sistema climático estable en la ausencia de intervención humana es una descripción errónea del comportamiento del sistema climático real.
El en otro artículo, el científico Roger Pielke Sr nos recomienda cambiar la terminología para poder entendernos claramente. Así, los términos a utilizar deberían ser:
- Calentamiento global: Un incremento en promedio del contenido global de energía, medido en Joules.
- Cambio climático: Cualquier alteración multi-decadal o más prolongada en uno o más de los componentes físicos, químicos y/o biológicos del sistema climático.
Esto debería hacerse porque la terminología de “cambio climático” se usa ampliamente para significar “cambios en el clima causados antropogénicamente (es decir, por los seres humanos)” a partir de condiciones climáticas casi estáticas. Esa es la razón por la cual se utilizan equivocadamente términos como “estabilización del clima” o similares.
El sistema climático terrestre es altamente no-linear: los factores que se introducen y los resultados obtenidos no son proporcionales, el cambio es a menudo episódico y abrupto en lugar de ser lento y gradual, y los equilibrios múltiples son la norma.
Por eso, la presunción de un sistema climático estable en la ausencia de intervención humana es una descripción errónea del comportamiento del sistema climático real.
El “cambio climático” ha ocurrido y está ocurriendo siempre. Ahora, los seres humanos se han agregado a la complejidad de forzamientos y retroalimentaciones, pero el cambio ha sido siempre parte del sistema climático.
Otra forma del uso erróneo del término y de otro también utilizado, el de “cambio global”, es cuando lo que se quiere referir es un cambio en las condiciones ambientales a nivel local o regional, incluso las del clima. La terminología correcta debería ser “cambio ambiental”.
Por estas razones (y volviendo aquí a Jo Nova), cuando a los escépticos nos preguntan ¿cree usted en el cambio climático?, respondemos ¿cómo define usted al término, tal como se lo debe entender utilizando el lenguaje común, o tal como lo definen las Naciones Unidas?
Como hemos visto, la diferencia es fundamental, y las respuestas posibles son, para ambos casos, opuestas.
En definitiva, el cambio climático ha sido la norma desde hace 4500 millones de años, desde la formación misma de nuestro planeta. Ha habido períodos fríos y períodos cálidos, y los registros paleoclimáticos nos enseñan que ellos se han sucedido por causas naturales, y si en ellos el tan vilipendiado CO2 (dióxido de carbono) ha tenido algo que ver, ha sido muy poco.
De hecho, es un gas necesario para la vida, y hay un nivel mínimo (de alrededor de 150 partes por millón, la mitad de las que existen ahora) en el cual ya no habría actividad fotosintética, las plantas morirían y con ellas todos los animales, incluso nosotros. Notablemente, los niveles actuales se encuentran peligrosamente bajos, y han sido los menores en casi toda la historia de la Tierra (ver imagen 5).
En cuanto a nosotros, los seres humanos, resulta evidente que nuestra actividad no ha tenido nada que ver con el clima a escala global.
- Roger Pielke Sr
- Jo Nova
- Paleomap Project - C. Scotese
Otra forma del uso erróneo del término y de otro también utilizado, el de “cambio global”, es cuando lo que se quiere referir es un cambio en las condiciones ambientales a nivel local o regional, incluso las del clima. La terminología correcta debería ser “cambio ambiental”.
Por estas razones (y volviendo aquí a Jo Nova), cuando a los escépticos nos preguntan ¿cree usted en el cambio climático?, respondemos ¿cómo define usted al término, tal como se lo debe entender utilizando el lenguaje común, o tal como lo definen las Naciones Unidas?
Como hemos visto, la diferencia es fundamental, y las respuestas posibles son, para ambos casos, opuestas.
En definitiva, el cambio climático ha sido la norma desde hace 4500 millones de años, desde la formación misma de nuestro planeta. Ha habido períodos fríos y períodos cálidos, y los registros paleoclimáticos nos enseñan que ellos se han sucedido por causas naturales, y si en ellos el tan vilipendiado CO2 (dióxido de carbono) ha tenido algo que ver, ha sido muy poco.
De hecho, es un gas necesario para la vida, y hay un nivel mínimo (de alrededor de 150 partes por millón, la mitad de las que existen ahora) en el cual ya no habría actividad fotosintética, las plantas morirían y con ellas todos los animales, incluso nosotros. Notablemente, los niveles actuales se encuentran peligrosamente bajos, y han sido los menores en casi toda la historia de la Tierra (ver imagen 5).
En cuanto a nosotros, los seres humanos, resulta evidente que nuestra actividad no ha tenido nada que ver con el clima a escala global.
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Fuentes utilizadas:
- Roger Pielke Sr
- Jo Nova
- Paleomap Project - C. Scotese
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2 comentarios:
Excelente artículo Heber. Una nota: Estríctamente hablando, y conviene ser estrictos, "contenido de calor" es incorrecto. En la física el "calor" refiere sólo a lo que se transfiere, a la magnitud medible en un proceso de transferencia de energía, mientras que si algo tiene "contenido de" entonces será "energía". Así, se puede transferir calor y aumentar la energía de algo. Saludos, Juanjo (alshain)
Gracias, Alshain.
He tomado nota de tu indicación y he realizado la correción correspondiente.
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