Sorprendentes cristales magnéticos gigantes en el límite Paleoceno-Eoceno. |
Un equipo internacional de científicos ha descubierto fósiles magnéticos microscópicos que recuerdan a las lanzas y los husos y que no se parecen a nada que haya sido observado antes, entre capas sedimentarias depositadas durante un antiguo evento de calentamiento global a lo largo de la planicie costera atlántica de los Estados Unidos.
Un cristal típico con forma de lanza © Caltech |
Los investigadores, liderados por geobiólogos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y de la universidad de McGill, describen sus hallazgos en un artículo publicado online en los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Hace cincuenta y cinco millones de años, la Tierra elevó su temperatura en más de 5ºC, después de que enormes cantidades de carbono entraron en la atmósfera a lo largo de un período de unos pocos miles de años. Aunque este antiguo episodio de calentamiento global, conocido como Máximo Termal Paleoceno-Eoceno (PETM) sigue sin ser explicado totalmente, podría ofrecer analogías para posibles calentamientos globales futuros.
Quizás en respuesta a la tensión ambiental del PETM, muchos mamíferos terrestres de América del Norte se convirtieron en enanos. Casi la mitad de los comunes organismos habitantes del fondo marino conocidos como foraminíferos se extinguió en las nuevas aguas más tibias que eran incapaces de sostener los niveles de oxígeno disuelto a los cuales se habían adaptado.
Una gran acumulación esférica de puntas de lanza fue bautizado por los investigadores como la “Estrella Magnética de la Muerte”. © NASA/JPL-Caltech/R. Hurt (SSC-Caltech |
”Imaginen nuestra sorpresa al descubrir no solamente una eclosión fósil de bacterias que fabrican imanes de óxido de hierro dentro de sus células, sino también todo un conjunto completamente desconocido de organismos que hacían crecer cristales magnéticos hasta alcanzar tamaños gigantescos”, dijo Timothy Raub de Caltech, quien recogió las muestras en el almacén de un programa internacional de perforación oceánica en la universidad de Rutgers, en Nueva Jersey.
El cristal “gigante” típico con forma de punta de lanza mide apenas unos cuatro micrones de largo, lo que significa que cientos de ellos podrían caber en el punto final de esta frase. Sin embargo, los cristales descubiertos recientemente son ocho veces más grandes que el récord mundial anterior para los mayores cristales bacterianos de óxido de hierro.
Según Dirk Schumann, un geólogo y microscopista electrónico de la universidad de McGill y autor principal del estudio, “era fácil hacer foco sobre los otros miles de fósiles bacterianos, pero estos inusuales cristales solitarios continuaban apareciendo en el fondo. Pronto se hizo evidente que estaban en todas partes”.
Además de sus tamaños inusualmente grandes, los cristales magnéticos se presentan en una gran variedad de formas. Por ejemplo, los cristales con forma de punta de lanza tienen un tallo de seis lados en un extremo, una zona media bulbosa, y una punta aguda en el otro extremo. Una vez que alcanzan cierto tamaño, los cristales punta de lanza se hacen más largos pero no más anchos, un patrón de crecimiento dirigido que es característico de la mayoría de los organismos biológicos superiores.
Los cristales magnéticos punta de lanza componen una fracción menor de todos los cristales de óxido de hierro en la capa de arcilla PETM. La mayoría de los cristales tienen tamaños menores y formas especiales, lo que indica que son fósiles de bacterias magnetotáticas. Este grupo de organismos, estudiados largamente en Caltech por el co-autor de esta investigación Joseph Kirschvink, profesor de geobiología Nico y Marilyn Van Winger de ese instituto, utiliza imanes para orientarse dentro del campo magnético terrestre, y prolifera en aguas pobres en oxígeno.
Impacto de las actividades humanas en la calidad del aire global, mostrando puntos calientes urbanos. La comprensión de los efectos del calentamiento global en el pasado puede ayudar a prepararnos para episodios futuros de cambio climático en la Tierra. © KNMI/ESA |
Sin embargo, las puntas de lanza no son los menos comunes en el depósito. Ese honor corresponde al cúmulo esférico de puntas de lanza conocido informalmente por los investigadores como “Estrella Magnética de la Muerte”. Esta Estrella Magnética de la Muerte puede haber preservado sus cristales tal como aparecían en su estructura biológica original.
Los científicos no pudieron encontrar otro organismo de forma similar en ninguna parte de los anales paleontológicos. Suponen que pudo haber sido un eucariota unicelular que evolucionó por primera vez durante el PETM y perdió ante la competencia una vez que las extrañas condiciones climáticas de esa época disminuyeron. Alternativamente, todavía podría existir en algún lugar no descubierto hasta ahora.
“La plataforma continental de los estados del Atlántico medio durante el PETM debe haber sido muy rica en hierro, tal como plataforma amazónica actual”, hace notar el co-autor del estudio Robert Koop de la universidad de Princeton, quien comenzó su trabajo en el proyecto mientras era todavía un estudiante graduado de Caltech. “Estos fósiles pueden estar contándonos una historia de transformación ambiental radical: imaginen un río como el Amazonas fluyendo, al menos ocasionalmente, en el lugar donde hoy está el río Potomac”.
El artículo, "Gigantism in unique biogenic magnetite at the Paleocene-Eocene Thermal Maximum,", se encuentra en el número online temprano de PNAS correspondiente a la semana del 20 de octubre de 2008. El trabajo de Caltech fue financiado por el programa de exobiología de la NASA.
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Artículo original: “Magnetic Death Star”
Fecha: Octubre 24, 2008
Enlace con el artículo original: aquí
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