Excepcional retrato en múltiples longitudes de onda del nacimiento de varias estrellas. |
Telescopios en tierra y en el espacio se han conjuntado para componer una imagen a todo color que ofrece una mirada diferente sobre la historia de la región tachonada de estrellas conocida como NGC 346. Este nuevo y etéreo retrato en el cual luces de diferentes longitudes de onda se arremolinan como acuarelas, revela nueva información acerca de cómo se forman las estrellas. La imagen combina luz infrarroja, visible y de rayos-X capturada por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, el Telescopio de Nueva Tecnología (NTT) de del Observatorio Austral Europeo (ESO) y el telescopio orbitador XMM-Newton de rayos-X de la Agencia Espacial Europea (ESA), respectivamente. Las imágenes en luz visible del NTT permitieron a los astrónomos descubrir gas brillante en la región, y la imagen multi-longitud de onda revela nuevos datos que aparecen únicamente gracias a esta inusual combinación de información.
ESO PR Photo 34/08 – Región de formación estelar NGC 346 Esta imagen se basa en datos del XMM-Newton de ESA (rayos-X, en azul), del Telescopio de Nueva Tecnología de ESO (luz visible, en verde) y del Spitzer de la NASA (infrarrojo, en rojo). La luz infrarroja muestra polvo frío, mientras que la luz visible denota gas resplandeciente, y los rayos-X representan al gas muy caliente. Las estrellas ordinarias aparecen como puntos azules con centros blancos, mientras que las estrellas jóvenes recubiertas por polvo aparecen como puntos rojos con centros blancos. © ESO ESA/JPL-Caltech/NASA/D. Gouliermis (MPIA) et al. |
NGC es la más luminosa de las regiones de formación estelar de la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana irregular que orbita la Vía Láctea a una distancia de 210 000 años-luz.
“NGC 346 es realmente un zoológico astronómico”, dice Dimitrios Gouliermis del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, y autor principal del artículo que describe las observaciones. “Cuando combinamos datos en varias longitudes de onda, pudimos distinguir qué es lo que está sucediendo en diferentes partes de esta intrigante región”.
Estrellas pequeñas están diseminadas por toda la región NGC 346, mientras que estrellas masivas prueban su centro. Estas estrellas masivas y la mayoría de las pequeñas se formaron al mismo tiempo a partir de una densa nube, mientras que otras estrellas menos masivas se crearon después a través de un proceso denominado “formación estelar disparada”. La intensa radiación proveniente de las estrellas masivas consumió la estrella de polvo que las rodeaba, haciendo que el gas se expandiera y creara ondas de choque que comprimieron al polvo frío y a los gases cercanos para formar nuevas estrellas.
Los filamentos color rojo anaranjado que rodean al centro de la imagen muestran donde ocurrió este proceso.
Pero otro conjunto de estrellas más jóvenes de poca masa de la región, que se pueden ver como un glóbulo rosáceo en la parte superior de la imagen, no puede ser explicado por este mecanismo. “Estamos interesados particularmente en saber qué fue lo que provocó la formación de este grupo aparentemente aislado de estrellas”, dice Gouliermis.
Al combinar los datos multi-longitud de onda de NGC 346, Gouliermis y su equipo pudieron determinar con precisión al gatillo disparador como una estrella muy masiva que estalló en una explosión supernova hace unos 50 000 años.
Los fuertes vientos provenientes de la agonizante estrella masiva, y no su radiación, empujaron y unieron al gas y al polvo, comprimiéndolos en forma de nuevas estrellas, trayendo a la existencia estos astros jóvenes.
Si bien en esta imagen no pueden verse los restos de esa estrella masiva, una burbuja creada cuando estalló puede ser observada cerca del gran punto blanco con un halo azul en la parte superior izquierda (en realidad, este punto blanco es una colección de tres estrellas).
El hallazgo demuestra que tanto la formación estelar disparada por el viento como por la radiación están en juego en la misma nube. Según Gouliermis, “el resultado nos muestra que la formación estelar es un proceso mucho más complicado de lo que pensábamos, conjuntando mecanismos competitivos o colaboradores diferentes”.
El análisis fue posible únicamente gracias a la combinación de la información obtenida a través de técnicas y equipos muy diferentes, y revela el poder de estas colaboraciones y la sinergia entre los observatorios con base en tierra y en el espacio.
Más información
D. Gouliermis et al., “NGC in the Small Magellanic Cloud. IV. Triggered Star Formation in the H II Region N 66”, a ser publicado en el Astrophysical Journal.
Entre otros autores del artículo se cuentan Thomas Henning, Wolfgang Brandner, Eva Hennekemper, y Felix Hormuth del Instituto Max Planck de Astronomía, y You-Hua Chu y Robert Gruendl de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, EE.UU..
El Telescopio de Nueva Tecnología (NTT) de 3,5 mts de ESO, localizado en La Silla, en Chile, fue el primero en el mundo en tener un espejo principal deformable controlado por computador (óptica activa), una tecnología desarrollada en ESO y aplicada ahora en la mayoría de los grandes telescopios actuales.
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Artículo original: ESO Press Release 34/08.
Título: “Born in the Wind”
Fecha: Octubre 08, 2008
Enlace con el artículo original: aquí
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